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VOL. 73 (2), 603-640, 2007  INFORMACIÓN ACADÉMICA

movimiento llamado Plain English Campaing, por medio del cual los
ciudadanos han dado a entender que quieren enterarse de lo que
dicen las Administraciones, incluida la de Justicia. El Presidente
Clinton fue muy sensible a esta campaña e instituyó en su día el
llamado Plain English Award, distinción que se concede todos los
años a los funcionarios que se hayan esforzado por mejorar el len-
guaje dirigido a los ciudadanos o administrados. Todos sabemos que
la falta de claridad en el lenguaje de los prospectos con que se dis-
pensan alimentos, productos alimenticios o cosméticos puede ser la
causa de muchos, muchos pleitos. Se ha notado recientemente, en lo
que a este género se refiere, el paso de un discurso descriptivo a otro
más interactivo. Por ejemplo, en la mayoría de los prospectos se
podrán encontrar preguntas que sigan un estilo interactivo similar a
éste: «Si contesta de forma positiva a algunas de estas preguntas,
usted no debe tomar este fármaco»:

    Have you had any allergic reaction to aspirin?

    Are you allergic to other pain-killers?

    Are you taking regular medication for high-blood pressure?

    Are you pregnant?

    Are you breast-feeding? etc.

6. Conclusión

    No querría terminar mis palabras sin citar a dos personas que
han tenido mucho que ver con el diccionario. Me refiero al Jefe del
Servicio del Hospital General de Alicante, Don Joaquín Ronda Bel-
trán, y a la Doctora Dolores Santos Buerga, Profesora Titular de
Historia de la Farmacia de la Universidad de Salamanca. Del prime-
ro surgió la idea embrionaria del diccionario, que ofreció en una
comida de presentación al académico Domínguez Gil-Hurlé y al que
tiene el honor de dirigirles la palabra. La segunda ha efectuado una
esmerada revisión de todo el texto, aportando, además, valiosas su-
gerencias, la mayoría de las cuales han sido incorporadas. También
debe recibir unas palabras de reconocimiento la Editorial Ariel por
la pulcritud y profesionalidad de la que ha hecho gala en esta exce-
lente publicación. Y, por último, debo dar las gracias al académico

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