Page 102 - 72_ex
P. 102
M. LADERO Y COLS. AN. R. ACAD. NAC. FARM.
donde las rocas silíceas son dominantes y de aquí su gran influencia
en la vegetación y flora del territorio.
Reseña Biogeográfica
El territorio se encuentra situado en la Región Mediterránea,
participando de dos provincias corológicas, la Mediterráneo Ibérica
Central representada por la subprovincia Castellana, sector Manche-
go, distrito Manchego-Guadianés y la subprovincia Luso-Extremadu-
rense, sector Marianico-Monchiquense, distrito Marianense. En sec-
tor Manchego en su piso mesomediterráneo de ombroclima seco, la
vegetación corresponde a un encinar desarrollado sobre los sedimen-
tos basófilos terciarios, perteneciente a la asociación Asparago acu-
tifolii-Quercetum rotundifoliae Rivas-Martínez & al. 2002 (Bupleuro
rigidi-Quercetum rotundifoliae Rivas-Martínez 1982). Rara vez pode-
mos observar la etapa madura y en su lugar aparecen los coscojares
basófilos de Rhamno lycioidis-Quercetum cocciferae Br.-Bl. & O.
Bolòs 1954 y los espliegares pertenecientes a la asociación Lino di-
fferentis-Salvietum lavandulifoliae Rivas Goday & Rivas-Martínez
1969.
En las zonas de posío, en ciertos taludes terrosos y en suelos
añejos dedicados a pastos, es frecuente encontrar un retamar defini-
do por la asociación Genisto scorpii-Retametum sphaeropcarpae Ri-
vas-Martínez ex Fuente 1986. Este tipo de vegetación debió ocupar
los alrededores del Balneario y los afloramientos miocenos de Cas-
tellar de Santiago en épocas pretéritas, pero en la actualidad estos
nichos ecológicos has sido transformados en cultivos cerealistas, oli-
var y viñedos, de aquí la gran dificultad para obtener buenos inven-
tarios, teniendo la necesidad de estudiar pequeños retazos y comu-
nidades fragmentarias.
La parte de la subprovincia Luso-Extremadurense con sustratos
silíceos que hemos estudiado pertenece al piso mesomediterráneo de
ombroclima seco, donde la vegetación clímax corresponde a un
encinar con piruétanos definido por la asociación Pyro bougaeanae-
Quercetum rotundifoliae Rivas-Martínez 1987. Estas etapas maduras
frecuentemente están transformados en encinares adehesados tapi-
zando las faldas de las sierras del Acebuche, Águila y Cambrón.
326