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BEATRIZ MARTÍNEZ POVEDA Y COLS. AN. R. ACAD. NAC. FARM.
rina e hipericina (en oscuridad), respectivamente (35, 36). Así, noso-
tros hemos demostrado por primera vez que la hipericina no fotoac-
tivada es capaz de inhibir la proliferación de células endoteliales,
la formación de estructuras tubulares sobre Matrigel, su capacidad
migratoria e invasiva y su producción de la serín-proteasa uroqui-
nasa (36). Prácticamente al mismo tiempo que nuestro trabajo, se
aceptó para su publicación un trabajo independiente de otro grupo
de investigación que, con modelos y aproximaciones experimentales
distintos también demuestran que la hipericina tiene efectos antian-
giogénicos con potenciales aplicaciones para el tratamiento de en-
fermedades oftálmicas dependientes de angiogénesis (37). Por otra
parte, también hemos sido los primeros en demostrar que la hiper-
forina inhibe la angiogénesis in vivo y que es capaz de inhibir diver-
sos pasos claves del proceso angiogénico, incluyendo la prolifera-
ción, diferenciación y capacidad invasiva de las células endoteliales,
así como su capacidad de degradar matrices extracelulares mediante
la liberación de MMP-2 (metaloproteinasa de matriz extracelular 2)
y uroquinasa (35). Posteriormente, en un trabajo acerca del efecto
inhibidor de la hiperforina sobre la secreción de MMP-9 (metalopro-
teinasa de matriz extracelular 9) por células leucémicas (38), los
autores se atreven a reclamar que ellos son los primeros en compro-
bar el efecto inhibidor de la hiperforina sobre tres pasos claves de la
angiogénesis, sin hacer mención a nuestro trabajo previo, a pesar de
encontrarse disponible desde medio año antes de la fecha de acep-
tación de su estudio. Un tercer grupo independiente también ha pu-
blicado posteriormente a nosotros otro trabajo que confirma que la
hiperforina actúa como un inhibidor de angiogénesis (39).
La Figura 3 resume los diversos efectos inhibidores de estos dos
compuestos bioactivos del hipérico sobre pasos claves del proceso
angiogénico.
Dado que las enfermedades neoplásicas dependen de la angiogé-
nesis para su progresión y metástasis y puesto que se ha descrito
gran cantidad y diversidad de otras patologías dependientes de an-
giogénesis, nuestros trabajos abren vías al potencial uso farmacoló-
gico de estos compuestos en el tratamiento de dichas enfermedades.
Caben esperar más sorpresas del estudio científico de sus compues-
tos bioactivos en el futuro cercano.
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