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ANA MARÍA PASCUAL-LEONE PASCUAL AN. R. ACAD. NAC. FARM.
postprandialmente por células llamadas L que se encuentran en el
intestino distal y el colon. Este péptido es un poderoso anorexigéni-
co (3) que, además, aumenta su secreción intestinal en pacientes
obesos operados (4) (5).
Recientemente, en 2003, se ha publicado un trabajo realizado en
humano, en una población de personas gruesas, y otra de delgadas,
en los cuales se infunde durante 90 minutos PYY o salino a la po-
blación que actúa de control (6) . Al cabo de 2 o de 24 horas se les
da comida en igual calidad y cantidad a todos, y se miden las calo-
rías ingeridas. Y tanto las poblaciones obesas como los delgados
reducen su ingesta en un 30 por 100 aproximadamente con respecto
a la población control y, además, ello se produce en ambas pobla-
ciones, tanto después de dos horas de infusión como después de
24 horas, lo cual señala, por una parte, la eficacia del PYY como
anorexigénico en obesos y delgados, y también que ambas pobla-
ciones no parecen presentar resistencia al péptido, ya que el efecto
se mantiene a las 24 horas (Fig. 1). También se vio que los picos
de secreción de PYY en los obesos, después de comer, eran siempre
más reducidos que los correspondientes a la población delgada,
y, además, los obesos tenían reducida la secreción de PYY basal
(Fig. 2 ). Lo cual apunta a que la mala secreción de PYY pueda ser
una de las causas de la tendencia a la obesidad, pero, sobre todo,
aunque sean experimentos incipientes que habrá que ratificar, pare-
ce abrirse una esperanza a un tratamiento conveniente y poco inva-
sivo para la obesidad patológica. Aunque para su utilización habrá
también que conocer si, con más tiempo de tratamiento, produce el
PYY resistencias.
En el mismo trabajo se estudia la posibilidad de que el PYY
produzca sus efectos de cierre del apetito, inhibiendo la secreción de
otros péptidos gástricos como la ghrelina, que es conocida como
poderoso orexigénico (7) (8). Y encontraron que, en efecto, existe
una regulación a la baja de dicho péptido, aunque posteriormen-
te (9) se ha encontrado el PYY en cerebro, y se cree que actúa
inhibiendo el neuropéptido Y, es decir, que ejerce su acción cerebral
por la misma ruta que la leptina inhibe, en cerebro, el apetito (1) (9).
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