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F. GONZÁLEZ DE POSADA ANAL. REAL ACAD. NAL.FARM.
La Farmacia, en su concepción científica, transita de la Física a
la Biología y de la Biología a la Física. Estas ciencias constituyen sus
límites. Desde éstos, la Física se acerca, por numerosos vericuetos, pero
sobre todo por el puente de la Química, hacia la Farmacia; la Biología
actual se desplaza desde lo celular hacia lo molecular.
La Farmacia, en tanto que ámbito del saber, es compendio de sa-
beres; más que una disciplina científica, integra múltiples diferentes sa-
beres: en su condición científica que es la que aquí interesa, los corres-
pondientes a los tres grandes ámbitos clásicos: Física, Química y Biolo-
gía. En su condición de profesión sanitaria se extiende hacia otros cam-
pos que podrían denominarse de aplicación, como, por ejemplo, en una
dirección la Medicina o más ampliamente la Sanidad, y en otra, la indus-
tria farmacéutica o de modo más general el mundo del medicamento. Con
otras palabras más poéticas nuestro Presidente ha escrito (41) que <<La
Farmacia es una encrucijada de caminos, científicos y sanitarios>>.
La Física es fundamento de la Farmacia como lo es de todas las
ciencias. Y en esta Real Academia Nacional se sabe. Pueden recordarse
aquí otras palabras de Reol referidas a ella: <<Farmacogenómica, biotec-
nología, farmacoterapia, bioética, ... conviven con las clásicas (e impres-
cindibles) de física, química y biología>> y <<las ciencias básicas [son]
soporte de la ciencia farmacéutica (la biología, la química, la física)>>.
De la Física a la Biología, el espectro de la Farmacia, se constata
intelectualmente la existencia de “fantasmas”, de numerosos órdenes
y diferentes especies. Y la Farmacia debe convivir con ellos sin aterrar-
se, en un mundo que siendo uno único está estructurado de diversas for-
mas progresivamente más complejas y gobernado de diferentes maneras,
por distintas leyes, muchas de ellas, en las que se cree (ya que, en caso
contrario, no habría ciencia), desconocidas. Y a esta convivencia nos
acostumbramos. Los fantasmas nos sorprenden, tanto más cuanto más nos
dediquemos a estudiar, a pensar, a reflexionar críticamente, a preguntar-
nos cuestiones básicas, primeras, fundamentales. Fruto de la convivencia
con ellos, nos movemos sin miedos, sin sobresaltos, pero los tenemos con
nosotros y en nosotros, no logramos desterrarlos ... porque no son fenó-
menos somnolientos, ni psíquicos, ni parasicológicos, ... existen y actúan.
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