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Anal. Real Acad. Nal. Farm. 2003, 69:

                                       Doctrina

  Bioquímica y Fisiopatología del envejecimiento:
                        Genes Viejos *

                          PEDRO GARCÍA BARRENO
  Académico numerario – Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y

             Naturales. Secretario General – Instituto de España.

                                              RESUMEN
          “Diversas plumas han explicado lo que significa envejecer. Pero sólo ahora
podemos iniciar la conversación sobre la biología del envejecimiento. Porqué y cómo
envejecemos. Los investigadores se han planteado estas cuestiones y, por fin, algunas
respuestas están al alcance de la mano”. La historia de la evolución ha determinado que
los individuos se desarrollan el tiempo suficiente para producir y criar su prole. Por ello,
el proceso de envejecimiento comprende un lento declive del vigor fisiológico y un
incremento progresivo de la susceptibilidad a enfermedades que prevalecen con la edad.
Se han identificado un número de genes humanos en los que ciertas mutaciones pueden
conducir a la aparición acelerada de rasgos de senescencia. Los estudios de estos genes y
de las funciones de sus productos proteicos pueden ayudar a comprender la naturaleza de
la senescencia, y podrían orientar los mecanismos por los que pudiera retrasarse el
envejecimiento.

          Los síndromes progeroides son condiciones que producen un envejecimiento
prematuro y un acortamiento de la esperanza de vida. El rasgo más destacable de estas
raras afecciones es el envejecimiento extremadamente acelerado. Los niños afectados
desarrollan todos los signos externos de la edad avanzada. A diferencia del
envejecimiento normal, los síndromes progeroides incluyen también signos tales como la
falta de actividad ovárica o testicular (incluyendo esterilidad y ausencia de periodos
menstruales) y una excepcional talla baja. Por tanto, la progeria no es exactamente un
modelo de envejecimiento acelerado.

          La inestabilidad genómica, ha sido propuesta insistentemente como el principal
factor del proceso de envejecimiento. La contribución de la inestabilidad del genoma al
envejecimiento se subraya por el hallazgo de que varios síndromes progeroides parciales,

* Conferencia impartida en la Real Academia Nacional de Farmacia el 3 de junio de
2003, con motivo de la presentación de la Monografía número XII, titulada “Bioquímica
y Fisiopatología del Envejecimiento”

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