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1.INTRODUCCIÓN ANALES
La utilización del agua mineral natural como medicamento
RANF
se viene haciendo en el mundo desde hace siglos. La primera publica-
ción sobre este tipo de agua se debe a Savoranola, quien en 1498 pu- www.analesranf.com
blica la obra “De Balneis et Thermis”, considerado el primer tratado
sobre las aguas mineromedicinales. De igual forma aparecen los tra- Sin embargo, en el continente americano, específicamente
tados de Brancaleone (1498), Adria (1536) y Fallopio (1546). Poste- en los países latinoamericanos, a pesar de que las culturas ancestrales,
riormente, en 1571, Andrea Bacius recoge en su libro "De Termis" las como la de los aztecas, incas y mayas (camino del Inca), utilizaban las
características y efectos de las aguas mineromedicinales, considerada aguas termales de manera cotidiana, hoy en día su utilización como
una de las más importantes obras sobre el tema (1,2,3) medicamento es limitado, y cuando se utilizan se hace en la mayoría
de los casos de una manera empírica sin ningún tipo de rigor médico
La primera publicación en el idioma español que se conoce ni farmacológico. En estos países la mayoría de los estudios se han
sobre las aguas mineromedicinales fue realizada por el catedrático de hecho abordando los aspectos geológicos, físicos y químicos
la Universidad de Alcalá de Henares, Limón Montero, en el año de (8,9,10,11,12,13), desconociéndose en la mayoría cuál es la composi-
1697, quien define en ese escrito lo que en ese momento se llegó a ción microbiológica y propiedades terapéuticas.
denominar agua mineromedicinal (4).
El estudio de la microbiología de cada manantial tiene un
Para Limón Montero, el agua mineromedicinal era aquella interés sanitario, ya que una contaminación microbiana puede repre-
que recibe extrañas virtudes de los minerales que la conforman y es sentar un riesgo para la salud de los agüistas y además nos puede in-
utilizada como medicamento (4). Esta definición se mantuvo hasta que dicar el grado de protección de los manantiales, así como también sus
la hidrología médica, como resultados de las investigaciones científicas propiedades terapéuticas.
realizadas, logró establecer los principios científicos que sustentaron
las nuevas definiciones sobre las aguas mineromedicinales. Las aguas mineromedicinales se distinguen por su composi-
ción química específica, en donde prevalecen las concentraciones de
En España, el catedrático de la Universidad Complutense de iones como sulfatos, fosfatos, nitratos, carbonatos, bicarbonatos, entre
Madrid, Dr. Manuel Armijo define las aguas mineromedicinales como otras sustancias químicas, seleccionando de esta manera la existencia
aquellas que brotan de una fuente y pueden ser utilizadas directa- de especies microbianas capaces de sobrevivir en condiciones extremas
mente en terapias dado a que son reconocidas por los entes nacionales de concentración de sal, pH y en algunos casos de temperaturas, lo que
de salud como verdaderos medicamentos (5). las hace particularmente atractivas en el estudio de microorganismos
extremófilos con posibles aplicaciones biotecnológicas de interés para
Las aguas mineromedicinales son utilizadas en Asia y en Eu- las industrias farmacéutica, alimenticia, química e incluso con aplica-
ropa desde hace siglos con fines terapéuticos en establecimientos bal- ciones en la biorremediación de compuestos nocivos para el medio am-
nearios. En la actualidad, esta forma de tratamiento ha ganado muchos biente (14,15,16).
adeptos, constituyendo una floreciente industria en estos continentes.
Es por ello que conocer la composición y características de la
En Europa, en países como Alemania, España, Francia y Por- microbiota presente en las aguas mineromedicinales es importante,
tugal, existe una cultura del uso de las fuentes de agua mineromedi- no solo por sus implicaciones ambientales y ecológicas en relación con
cinales con fines curativos, para tratar múltiples enfermedades, el conocimiento de la composición y función de la biodiversidad mi-
incluyendo artritis reumatoide, fatiga muscular, gota, problemas der- crobiana presente, sino también porque tienen repercusiones en la
matológicos, trastornos circulatorios, digestivos, respiratorios y otras salud de las personas desde dos puntos de vista, por un lado dentro
afecciones de la salud, todo ello de acuerdo a la composición química de esta microbiota pueden estar presentes bacterias patógenas que
de las mismas, lo que ha resultado en una pujante industria de salud, causan enfermedades infecciosas en los usuarios o transmiten genes
donde cada año acuden miles de personas para buscar alivio a sus di- de resistencia a los antibióticos, y por el otro, también pueden contener
ferentes dolencias (6,7). bacterias beneficiosas para curar algunos tipos de enfermedades o que
producen metabolitos con importantes propiedades biotecnológicas,
Uno de los aspectos menos conocidos de las aguas minero- medicinales o industriales (17,18).
medicinales a nivel mundial, es lo atinente a las características de po-
blación microbiana que las habitas y sus posibles acciones en el En Ecuador, se puede indicar que existe una gran cantidad
ambiente y la salud. de conocimiento ancestral en el uso de aguas termales como una te-
rapia alternativa para curar varios tipos de enfermedades. La presencia
En España, gracias al trabajo que ha venido desarrollando de aguas termales asociadas con la presencia de volcanes ha sido uti-
la comisión de aguas mineromedicinales de la Real Academia Nacional lizada desde la antigüedad por personas de diferentes grupos étnicos
de Farmacia por varias décadas, se tiene un excelente panorama de que habitan en esta área, que acuden a ellos para aliviar diversas do-
la composición química y microbiológica de los principales balnearios lencias, y en los últimos años se han convertido en un turismo atractivo
de aguas mineromedicinales españoles (11). Sin embargo, aún se desconoce cuál es la biodiversidad de la mi-
Diversidad bacteriana en aguas mineromedicinales
20 del balneario “Urauco”. Pichincha. Ecuador.
Félix Andueza Leal; Judith Araque; Et. al.
An Real Acad Farm Vol. 86. Nº 1 (2020) · pp. 19 - 28