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¿A qué se comprometen ambas partes? Los primeros a
que Amador Allué entre por aprendiz del oficio y arte de
boticario, por un periodo de tres años, en la casa botica de
Diego de Villaizán, de la cual no podrá ausentarse durante
los dichos años de aprendizaje, y si lo hiciere le tienen que de Águeda Serrano para que el hijo de esta, Miguel de
devolver al dicho servicio, debiendo pagarle por la
formación recibida al boticario trescientos reales:
[…] que hacen diez mil y doscientos maravedíes, la
mitad dellos dentro deste mes/ contando desde oy dia de la
fecha desta carta adelte/ y la otra mitad dentro de un año
desde oi dicho dia…
A su vez Diego de Villaizán se compromete a recibir al
aprendiz en su casa, a darle de comer, beber y cama, vestir
y calzar y adorno para su persona por cuenta de este y, si
durante el periodo de aprendizaje el discente sufre algunas
enfermedades, el boticario se las ha de curar a su costa,
medicinas incluidas, siempre que ninguna de ellas excedan
de veinte días, y lo más importante que, además de buen
trato, ha de darle la enseñanza exigible para que:
[…] dentro de tres años a de platicar el dicho arte de
boticario y açer con el todo aquello que dentro del dicho
tiempo juzguen dos boticarios… de manera que juzguen
avil e enseñado mas que en el dicho tiempo tenia
obligación…y no haciéndolo asi el dicho Diego de
Villaizan se obliga de quel dinero que uverie resçebido
que lo vuelva...
En resumen tres años de práctica del aprendiz, iguales
condiciones que en la escritura antes referida, sobre todo
responsabilidad del Maestro en la formación del discípulo,
aunque en este caso aquel percibirá una cantidad por ello,
trescientos reales, que tendrá que devolver si el discente no la cual no podrá ausentarse y por el servicio prestado
supera el obligado examen que le habilite para el ejercicio
profesional.
Una nueva escritura de “asiento de serbiçio de aprendiz
del arte de boticario” es la otorgada en Madrid el 18 de
junio de 1623, ante el escribano Juan de Xerez, por
328 @Real Academia Nacional de Farmacia. Spain
Rosa Basante Pol, María Jesús Lozano Estevan
Francisco Izquierdo de Franco, vecino de la villa de La
Puebla, obispado de Cuenca, en virtud del poder que tiene
Ruidiez, menor de edad, así mismo vecino de la Puebla,
entre de aprendiz de boticario con Juan de Urquizu
boticario establecido en la Corte10 (Figura 3).
Las condiciones a las que se obligan los otorgantes son
similares al documento anteriormente analizado, tres años
de aprendizaje, obligación del aprendiz de servir al
boticario y no ausentarse de su casa en el dicho tiempo y,
en el caso de hacerlo, obligación de sus fiadores de
devolverlo de nuevo y proporcionarle calzado y vestido.
Debiendo pagar al boticario por el servicio prestado
quinientos reales de vellón.
Por su parte Juan de Urquizu se obliga durante esos
años a dar al aprendiz:
[…] de comer, cama y ropa limpia, a curarle cualquier
enfermedad siempre que no pasen de quince días y sean
contagiosas, y lo primordial a enseñarle el oficio de
boticario de manera que venga a estar en el abil y
suficiente para que se pueda examinar/ y no estando capaz
para ello le ha de tener en su casa acabandole de enseñar
el oficio y le a de dar e pagar el salario que se da a los
mancebos que están examinados en esta corte…
De nuevo, como en la escritura anterior, el aprendiz
que no es residente en la Corte, sino que viene a aprender
el oficio y arte de boticario desde La Puebla (obispado de
Cuenca), habrá de estar tres años en casa del boticario de
abonar al Maestro 500 reales de vellón. La responsabilidad
del boticario inexcusable en tanto en cuanto a la formación
necesaria para superar el alumno el obligado examen y en
caso contrario asunción de seguir manteniéndole en su
casa abonándole idéntico salario que a un mancebo
examinado.