Page 111 - 78_04
P. 111
SESIÓN
NECROLÓGICA
Guillermo
Tena
Núñez,
el
amigo
Bartolomé
Ribas
Ozonas
Excma.
Sra.
Presidente,
Excmas.
Sras.
y
Sres.
Académicos,
familia
y
amigos
de
la
familia
del
Excmo.
Sr.
Guillermo
Tena
Núñez,
Sras
y
Sres.
Agradezco
a
la
Junta
de
Gobierno
que
me
nombrara
coordinador
de
esta
sesión
de
homenaje
al
amigo
y
Académico,
Excmo.
Sr.
Guillermo
Tena
Núñez,
y
dirijo
un
saludo
especial
a
su
familia,
pues
nos
sentimos
honrados
acompañándonos
en
este
Acto.
Los
amigos
y
la
amistad
es
el
más
bello
y
desinteresado
de
todos
los
sentimientos,
por
ello,
el
de
la
amistad
es
el
primero
de
los
temas
que
tratamos
aquí
reunidos.
Y
también
por
las
palabras
que
en
representación
de
la
hermosa
familia
de
nuestro
querido
amigo
y
compañero
Guillermo,
ha
querido
expresar
su
hija,
la
Dra.
María
Teresa
Tena
Quintero.
La
significativa
ausencia
de
Guillermo
nos
transmite
una
sensación
de
orfandad
que
anida
en
nuestros
recuerdos
hacia
su
figura.
Y
como
el
mismo
Cervantes
nos
recordara,
“no
es
un
hombre
más
que
otro
si
no
hace
más
que
otro”.
En
estas
palabras
podría
resumirse
el
quehacer,
la
obra
de
Guillermo,
su
rumbo
y
singladura
ejemplar.
La
del
amigo
con
quien
compartí
tantas
charlas,
que
fruto
de
ellas,
llevo
como
un
precioso
tesoro,
bien
en
Mallorca
bien
en
esta
casa.
Además,
esa
empatía
que
desembocaba
en
una
amistad
que
me
invita
a
una
frase
de
Luis
Vives,
“sal
de
la
vida
es
la
amistad”.
He
aquí
el
legado
de
la
vida
de
Guillermo:
de
enseñanza,
trabajo,
de
académico
y
científico:
que
permanezca
como
herencia
especial
para
vosotros
y
para
nosotros,
reforzados
por
su
sabiduría,
solidaridad
y
su
conducta.
Destacaría
que
Guillermo
nos
demostró
su
amor
al
trabajo,
a
la
familia
y
a
la
ciencia,
y
su
elevada
consideración
de
la
amistad.
Podemos
llamar
amigos
a
personas
con
las
que
hemos
tenido
una
relación
amistosa
de
compañeros,
de
trato,
de
Academia
y
una
fase
deportiva
en
la
costa
de
la
isla
de
Mallorca,
él
con
nietos
y
yo
con
hijos.
Hemos
hecho
cosas
tan
importantes,
como
sonreír
y
reír,
rezar
y
comer,
comentar
situaciones
y
cosas
de
diversas
facetas
y
ámbitos
de
la
vida
y
en
todas
estábamos
de
acuerdo,
con
simpatía
y
afecto.
Guillermo
era
una
persona
dialogante,
P.
Lain
Entralgo
en
Teoría
y
realidad
del
otro.
Alianza,
Madrid
,
1983,
577--613,
620
y
ss.
señala,
que
el
hombre
es
un
ser
constitutivamente
dialogante,
es
social
y
es
comunitario,
y
para
ser
comprendido
hay
que
escuchar
pues
no
se
dirige
uno
al
vacío.
Y
Guillermo
miraba
fijamente
a
los
ojos,
que
expresan
lo
que
piensa
el
cerebro
y
la
mente
y
que
expresa
el
rostro.
No
529