Page 67 - 78_01
P. 67
F.
SÁNCHEZ
MADRID
&
P.
MARTÍN
microbianos
son:
el
lipopolisacárido
de
la
membrana
exterior
de
las
bacterias
gram--negativas,
los
peptidoglicanos,
los
lipopéptidos,
las
secuencias
CpG
no
metiladas
de
ADN
bacteriano
o
el
ARN
vírico
de
doble
cadena
(Figura
1).
Curiosamente,
se
conocía
con
anterioridad
que
todos
esos
tipos
de
moléculas
eran
capaces
de
inducir
la
cascada
de
señalización
que
conduce
a
la
activación
del
factor
de
transcripción
nuclear–kB
(NF--kB)
y
así
como
de
la
respuesta
inflamatoria.
En
ausencia
del
conocimiento
detallado
de
los
receptores
para
dichas
estructuras
microbianas,
también
se
enunciaron
hipótesis
alternativas,
donde
se
sustituyen
las
estructuras
microbianas
extrañas
al
organismo,
por
las
señales
de
peligro
que
pueden
surgir
tanto
del
exterior
como
del
interior
celular
(2).
Figura
1.--
Reconocimiento
de
patrones
asociados
a
microorganismos
patógenos
(PAMPs).
Tipos
de
PAMPs
y
sus
receptores.
En
el
recuadro
se
ilustra
el
esquema
de
la
estructura
de
un
receptor
tipo
Toll.
Se
representan
los
receptores
para
PAMPs,
así
como
sus
ligandos.
Las
células
que
componen
el
sistema
inmune
innato,
son
esencialmente
los
fagocitos
(neutrófilos,
monocitos
y
macrófagos)
y
las
células
dendríticas
(DCs)
(Figura
2).
Además,
forman
parte
de
la
respuesta
innata,
las
células
citotóxicas
naturales,
o
NK,
y
el
sistema
de
complemento,
que
se
ocupan
de
reconocer
células
dañadas
o
infectadas
y
eliminarlas.
Debido
al
hecho
de
que
algunos
de
estos
tipos
celulares
poseen
un
sistema
de
receptores
que
reconoce
patrones
moleculares
invariables,
comunes
para
muchos
microbios,
su
activación
es
considerablemente
más
rápida
que
la
observada
en
la
respuesta
adaptativa.
Esto
las
convierte
en
la
primera
barrera
de
la
respuesta
inmune,
que
permite
el
inicio
de
la
respuesta
inmunitaria.
Aún
así,
la
comunicación
entre
los
dos
tipos
de
inmunidad,
innata
y
adaptativa,
es
necesaria
64