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MIGUEL F. BRAÑA Y COLS. AN. R. ACAD. NAC. FARM.
de la acción. Parece ser que el metaloide reacciona con los grupos
mercaptano de las proteínas, siendo este el mecanismo por el que
actúa. Estos fármacos, si bien obsoletos, presentan algunos perfiles
clínicos interesantes, como el hecho de no inducir resistencias y ser
activos sobre los tripanosomas que han penetrado en el SNC.
INHIBIDORES DE LA BIOSÍNTESIS DE PROTEÍNAS
La emetina fue el primer agente antiamebiásico utilizado (6), y
posteriormente se observó que frenaba la proliferación de las células
de un tumor de cervix humano denominadas HeLa, por inhibición de
la enzima aminoacil-tRNA. Parece ser que la emetina impide la for-
mación enzimática de los enlaces peptídicos en el poliribosoma (7).
La cicloeximida (8), un conocido antitumoral, bloquea el proceso
de traslocación de ribosomas a lo largo de la cadena del mRNA sin
activar aminoácidos o afectando la síntesis de la aminoacil-tRNA (9).
En la Figura 2 se indican las estructuras de ambos fármacos, y una
superposición muy sencilla de los mismos para señalar las zonas que
tienen en común. Adicionalmente, la cicloheximida es también un
buen antihelmíntico (10).
ANTIMETABOLITOS E INHIBIDORES DE PROCESOS
ENZIMÁTICOS
El metabolismo de una célula antitumoral está exaltado como
consecuencia de la proliferación anárquica. En consecuencia, se
pueden emplear sustancias estructuralmente relacionadas con el
metabolito natural, capaces de actuar como sustratos, y así interferir
el proceso. El antimetabolito intercepta la formación o utilización
del sustrato normal, bien ocupando el centro activo de la enzima,
o bien incorporándose a una macromolécula de forma fraudulenta
(biosíntesis suicida).
La utilización de antimetabolitos es frecuente en las terapéuticas
anticancerosa, antiparasitaria e incluso en la antivírica. Podemos
considerar las clases siguientes:
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