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Mª TERESA MIRAS PORTUGAL ANAL. REAL ACAD. FARM.
necesarios todavía muchos años para comprender su mecanismo de
acción, pues la acetilcolina todavía no se había descubierto.
La historia de la nicotina ha corrido pareja a los grandes
descubrimientos en el campo de la neurotrasmisión durante los últimos
ochenta años. El reciente descubrimiento de nuevos receptores sensibles a
esta substancia dentro del sistema nervioso central ha puesto a la nicotina
en el punto de mira de nuevas aproximaciones terapéuticas en el
tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como el mal de
Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.
Tal vez ahora, después de cinco siglos, y sobre la base de las
características de los receptores nicotínicos cerebrales se pueda llegar a
comprender porque resulta tan difícil dejar de fumar.
ACETILCOLINA Y SUS RECEPTORES.
La existencia de un mediador químico, que se libera al medio al
estimular el nervio vago y capaz de disminuir el latido cardiaco fue
postulada por el fisiólogo alemán Otto Loewi en 1921. Esta sustancia fue
caracterizada químicamente en 1929 y se la denomina acetilcolina, pues
su estructura química resulta ser de gran simplicidad, un éster del ácido
acético y la colina (figura 1). Se inicia aquí, la gran aventura científica de
la señalización química de una célula a otra y del descubrimiento de los
neurotransmisores. Los efectos de la nicotina se deben a que pueden
reproducir, pero con mucha mas intensidad y duración las acciones del
neurotransmisor acetilcolina, sobre algunos de sus receptores específicos.
Figura 1.- Estructura de la acetilcolina, nicotina y epibatidina.
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