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Sesiónes Necrológicas
nuestra sociedad, como hizo durante el so- discutimos los pormenores de su funciona-
lemne acto de apertura del curso académico miento al tiempo que expresábamos nuestra
2018 de las Reales Academias del Instituto de confianza en que favoreciera una mejoría de su
España, presidido por su majestad el rey Felipe estado general. A corto plazo, decíamos, el ob-
VI, al recordar que nuestra Academia es entre jetivo sería volver a saborear la merluza de
las del Instituto de España la que cuenta con Casa Hortensia. En el trato con las personas,
un mayor número de académicas de Número, Suso finalizaba cada comunicación con una
y destacar que durante el curso anterior fueron sonrisa o con uno o varios emojis. Dado que
esas mujeres las que recibieron un mayor nú- acaba de ser elegida palabra del año por la
mero de premios y reconocimientos. Fundéu, creo no cometer una grave incorrec-
ción si digo que un análisis emojilógico de sus
Durante los últimos meses de su vida, Suso mensajes permite concluir que los símbolos que
hubo de limitar o suprimir un buen número de más utilizaba eran el puño con el pulgar hacia
sus actividades hasta entonces habituales. Su arriba y el brazo con el bíceps contraído. Frente
mermada condición física y las visitas cada vez al “hacer no haciendo” taoísta, Suso siempre
más prolongadas al hospital le impidieron acu- consideró el “hacer haciendo” la mejor forma
dir al gimnasio como hacía en las primeras de ganar las batallas de la vida.
fases de su enfermedad, viajar a Vigo para en-
contrarse con la familia y amigos, celebrar co- Revisando sus mensajes y la forma en que hizo
midas con el grupo de “gallegos y asimilados”, frente a las dificultades con las que se encontró
y quién sabe cuántas otras formas de gratifica- durante su enfermedad, resulta difícil no evocar
ción. Sin embargo, nunca causó baja en su de- el poema de José Luis Martín Descalzo:
dicación a nuestra Academia. Nuestro actual
Presidente, Tesorero entonces de la Academia, Nunca podrás, dolor, acorralarme.
puede dar testimonio de que más de una vez Podrás alzar mis ojos hacia el llanto,
despacharon asuntos de la Academia en alguna secar mi lengua, amordazar mi canto,
sala del Hospital de la Princesa.
sajar mi corazón y desguazarme.
Si piensas en el fracaso, estás perdido, dijo
hace unos días en una entrevista la Presidenta Podrás entre tus rejas encerrarme,
del banco Santander, doña Ana Botín. Suso destruir los castillos que levanto,
nunca pensó en el fracaso. Sabía que todo en ungir todas mis horas con tu espanto.
la vida es contingente y por eso mismo decidió Pero nunca podrás acobardarme.
vivirla hasta el final como si ese final siempre
estuviera por llegar. Aceptó regalos y recibió a Puedo amar en el potro de tortura.
amigos hasta posiblemente el último día y, Puedo reír cosido por tus lanzas.
sobre todo, nunca dejo de hacer planes para él
y sus seres queridos. Siendo un hombre ex- Puedo ver en la oscura noche oscura.
traordinariamente afable sabía, no obstante,
tomar y guardar las distancias. Estoy seguro Llego, dolor, a donde tú no alcanzas.
que era para encarar con perspectiva los pro- Yo decido mi sangre y su espesura.
blemas y acercarse mejor a las personas. A los Yo soy el dueño de mis esperanzas.
primeros trataba de abordarlos de forma obje-
tiva. A este respecto, conservo en el WhatsApp Suso fue ciertamente el dueño de sus esperan-
de mi teléfono la imagen de una prótesis eso- zas hasta el último día de su vida. Me gusta
fágica que esperaba pudieran colocarle para fa- decir que mientras hay lucha hay esperanza, in-
cilitar la deglución de alimentos. Recuerdo que cluso cuando cuesta encontrar razones para la
esperanza. Creo también que algunas de las
mejores razones para luchar se encuentran
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