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Información
académica
lugar
habló
a
modo
de
introducción
la
Dra.
Cristina
Gutierrez--
Cortines,Eurodiputada
y
Catedrática
de
Historia
del
Arte
que
trató
el
tema
"Una
visión
de
la
Investigación
en
Europa".
Ese
mismo
día
también
se
celebró
la
conferencia
impartida
por
nuestro
Académico
Extranjero,
Prof.
Christoph
Friedrich,
Professor
for
the
History
of
Pharmacy,
Direktor
Institute
für
Geschichite
der
Pharmazie
titulada:
"Pharmacists
in
German
Cultural
History".
Fue
presentado
por
la
Excma.
Sra.
Dña.
Mª
del
Carmen
Francés
Causapé
Académica
de
Número
de
la
RANF.
El
22
de
mayo
tuvo
lugar
la
conferencia
titulada:
"Competición
Celular
en
el
Embrión
y
el
Mantenimiento
de
los
Tejidos",
en
la
que
intervino
el
Dr.
Miguel
Torres,
Director
del
Departamento
de
Desarrollo
y
Reparación
Cardiovascular
del
CNIC.
Fue
presentado
por
el
Excmo.
Sr.
D.
Mariano
Esteban
Rodríguez,
Presidente
de
la
RANF.
La
competición
celular
fue
descubierta
por
los
científicos
españoles,
Ginés
Morata
y
Pedro
Ripoll
en
1975
en
la
mosca
Drosophila
melanogaster.
Desde
entonces
el
fenómeno
sólo
se
había
observado
tras
su
inducción
experimental.
Nuestros
estudios
recientes
describen
por
primera
vez
su
función
natural,
y
lo
hace
en
mamíferos,
indicando
que
se
trata
de
un
proceso
natural
y
conservado
a
lo
largo
de
la
evolución.
En
los
primeros
estadios
del
desarrollo
embrionario
de
los
mamíferos
las
células
compiten
intensamente
por
la
supervivencia
y,
como
resultado,
las
menos
activas
metabólicamente
son
eliminadas
por
sus
hermanas.
Las
células
vencedoras
en
este
proceso
son
las
que
presentan
mayores
niveles
de
la
proteína
Myc,
un
controlador
de
la
capacidad
metabólica
celular.
El
embrión
temprano
es
un
mosaico
de
células
con
niveles
muy
diferentes
de
Myc
en
el
que
las
células
con
más
Myc,
más
activas
anabólicamente,
eliminan
a
las
de
niveles
más
bajos.
Sin
embargo,
es
importante
resaltar
que
las
que
mueren
son
células
viables;
su
eliminación
se
produce
únicamente
porque
el
embrión
cuenta
con
células
más
aptas
capaces
de
reemplazarlas
y
por
tanto
se
trata
de
un
mecanismo
de
optimización,
no
de
reparación.
Gracias
a
esta
competición
celular,
el
organismo
en
formación
se
optimiza
durante
el
desarrollo,
seleccionando
las
células
con
mayor
capacidad
anabólica
y
por
tanto,
previsiblemente,
las
mas
aptas
para
soportar
las
funciones
vitales
durante
toda
la
vida
del
nuevo
individuo.
Este
proceso
se
presume
especialmente
importante
en
organismos
longevos,
como
los
humanos,
que
deben
mantener
la
funcionalidad
de
sus
tejidos
durante
toda
una
larga
vida.
Cuando
la
competición
celular
se
impide
experimentalmente,
las
células
con
menor
capacidad
metabólica
—que
normalmente
hubiesen
sido
eliminadas—
pueden
contribuir
al
nuevo
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