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RAFFAELLA PAGANI Y COLS.                ANAL. REAL ACAD. NAC. FARM.

                          CONCLUSIONES

    Los estudios llevados a cabo con polímeros de poli(e-caprolacto-
na) confirman su biocompatibilidad tanto con la línea establecida de
fibroblastos L929 como con células vasculares primarias y permiten
proponer este polímero como soporte biodegradable adecuado para
el desarrollo de un implante vascular mediante técnicas de Ingenie-
ría de tejidos.

    No obstante, el diseño y obtención de implantes vasculares presen-
ta aún hoy en día numerosos aspectos que deben ser mejorados para
conseguir un implante compatible y funcional in vivo, entre ellas la
identificación de poblaciones celulares adecuadas, la eliminación de
procesos trombogénicos y la optimización de su funcionalidad.

    En primer lugar, y con la finalidad de evitar los inconvenientes
derivados del uso de células endoteliales primarias de origen vascu-
lar, se ha iniciado una búsqueda activa de fuentes alternativas para
la obtención de estas células. Entre ellas cabe destacar la utilización
de células endoteliales derivadas de cordón umbilical (HUVEC)
que pueden proporcionar importantes ventajas, entre las que desta-
can su mayor tasa proliferativa y la posibilidad de desarrollar im-
plantes autólogos ideales para el tratamiento de cardiopatías en
neonatos. Asimismo, la identificación de células progenitoras de
endotelio (EPC) en sangre periférica ha revolucionado la investiga-
ción en procesos de angiogénesis, convirtiéndose en los últimos años
en una de las fuentes utilizadas preferentemente para la endoteliza-
ción de los implantes vasculares (41, 42).

    Por otro lado, la evaluación de la biocompatibilidad de los mate-
riales que van a estar en contacto directo con el torrente circulatorio
y/o algún componente sanguíneo debe incluir el estudio de su hemo-
compatibilidad, ya que las complicaciones trombogénicas, así como
los riesgos de hemorragias asociados a la terapia anticoagulante
administrada, siguen representando un punto crítico en el desarrollo
y uso clínico de los implantes cardiovasculares.

    Por último, y dado que el funcionamiento fisiológico de las es-
tructuras vasculares y, en gran medida, el proceso de vasculogénesis,
implica la participación y contacto con el torrente circulatorio, el
desarrollo de arterias o venas in vitro debe realizarse bajo condicio-
nes de estrés mecánico pulsátil. Recientemente, se ha demostrado

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