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J. SAN MARTÍN Y A. VALERO  AN. R. ACAD. NAC. FARM.

las propias de los baños carbogaseosos, es decir, los procesos vas-
culares del tipo claudicación intermitente en fase inicial, arterio-
patía obliterante de extremidades inferiores, acrocianosis, hiperten-
sión esencial, insuficiencia coronaria crónica sin alteración
miocárdica, entre otros.

    Las indicaciones más destacadas son las afecciones de aparato
locomotor, bien sean reumáticas crónicas de tipo degenerativo o
artrosis, cualquiera que sea su localización; reumatismos inflamato-
rios crónicos fuera de la fase aguda; reumatismos para o abarticu-
lares; algias posturales y/o mecánicas, lumbalgias, fibrositis, bursitis,
etc. En la mayoría de los casos, las manifestaciones clínicas más
frecuentes son: dolor, contractura muscular y limitación más o
menos acusada de la movilidad articular, que pueden mejorar con
las técnicas crenoterápicas, individualmente prescritas y debidamen-
te controladas.

    También las secuelas de traumatismos y lesiones deportivas, re-
cuperación funcional de intervenciones quirúrgicas de naturaleza
ortopédica, etc., pueden mejorar con la adecuada balneación y tanto
más si se asocian acción térmica y mecánica, acortando el tiempo de
recuperación funcional.

    En ciertas enfermedades neurológicas centrales y periféricas,
como complemento a su tratamiento específico, en las que los efec-
tos de la inmersión sobre el equilibrio, la propiocepción y la coordi-
nación son dignos de tenerse en cuenta, ya que coadyuvan a restau-
rar la memoria cinestésica, y podrían mejoran el estado psicológico
y general del paciente (29).

    La utilización adecuada de las técnicas crenoterápicas puede dar
muy buenos resultados en el tratamiento de trastornos funcionales,
ligados a distonías neurovegetativas, estados de estrés y trastornos
psicofuncionales, especialmente aquellos con manifestaciones so-
máticas articulares o paraarticulares, los llamados reumatismos
funcionales o psicógenos. En estos diversos cuadros la cura hidroter-
mal bien dirigida con balneación o duchas y chorros, complementa-
da con métodos de relajación, etc., puede reportar magníficos resul-
tados, si bien sea necesario que concurra en el enfermo la
autosugestibilidad suficiente para conseguir que el tratamiento sea
realmente eficaz. La cura balnearia representa un acto terapéutico

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