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VOL. 66, (3) 2000  DÍA MUNDIAL DEL AGUA

de los diseños a las necesidades y, sobre todo, la mínima atención a la
explotación y mantenimiento de las plantas, dio como resultado la obso-
lescencia, el abandono o el mal funcionamiento de la mayoría de dichas
depuradoras.

           En 1984 la calidad de las aguas de los ríos y embalses de la
Comunidad de Madrid no alcazaba, así, los niveles mínimos aceptables:
los embalses de la zona productora se caracterizaban por su eutrofia (Pe-
drezuela, Valmayor y Las Nieves), o su mesotrofia creciente (Pinilla,
Puentes Viejas, Santillana...); en la zona de cursos medios los escasos
caudales de estiaje no permitían la autodepuración de los vertidos; final-
mente los cursos de las zonas consumidora y receptora presentaban unas
pésimas condiciones, en especial los ríos Guadarrama, Jarama y Henares.

           Con este panorama, la Comunidad de Madrid se planteó la ne-
cesidad de una gestión integral del agua en su ámbito territorial, que unie-
ra los conceptos de cantidad y calidad, con el fin de conseguir no sólo un
abastecimiento eficaz a todos los madrileños sino también un saneamien-
to que minimizase el impacto medioambiental sobre los ríos y embalses.
Así, en diciembre de 1984 fue aprobada la Ley 17/1984 reguladora del
abastecimiento y saneamiento de agua en la Comunidad de Madrid, que
establece los tres pilares básicos para la gestión del agua.

    1º) Declara de “interés de la Comunidad” los servicios de aducción
         (abastecimiento en alta) y de depuración, mientras potencia el in-
         terés municipal de los servicios de distribución y alcantarillado.

    2º) Encarga la explotación de todas las infraestructuras hidráulicas de
         la Comunidad, existentes y futuras, a la empresa pública Canal de
         Isabel II, que contaba ya con más de un siglo de experiencia en
         abastecimiento de agua a los madrileños.

    3º) Regula la tarifa del agua, que debe ser única, incluyendo todos los
         servicios; igual, de forma que el mismo servicio debe costar igual
         a todos los usuarios; progresiva, penalizando el despilfarro, y su-
         ficiente, con el fin de garantizar un buen servicio.
           Con esta cobertura legal, la Comunidad elaboró el Plan Integral

del Agua en Madrid (PIAM), aprobado en 1985, con el fin de ordenar y
jerarquizar las medidas legislativas, reglamentarias y de gestión, así como
las inversiones necesarias en el medio hidráulico en base a los siguientes
principios:

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