Page 234 - 71_02
P. 234
Necrológica
El Excmo. Sr. D. Ángel Santos Ruiz, Presidente Honorario de
la Real Academia Nacional de Farmacia y Medalla número 27 de la
misma, ha fallecido el día 23 de abril de 2005 en Madrid, rodeado
del cariño y afecto de su numerosa familia.
Nació en Reinosa (Cantabria), el 19 de julio de 1912. Doctor en
Farmacia y Medicina y Decano Honorario de la Facultad de Farma-
cia de Madrid. Luchador incansable por la calidad de la Universidad
Española, fue consciente de la necesidad de impulsar en paralelo la
investigación y la docencia para hacer frente al reto de ser europeos
de pleno derecho. Poseedor de un extenso currículo investigador en
donde destacaron sus estudios en oligoelementos y metabolismo
energético, logró entusiasmar a muchos alumnos que dirigieron su
esfuerzo hacia la entonces nueva ciencia llamada bioquímica, que
floreció en el desierto de posguerra. En reconocimiento, la Sociedad
Española de Bioquímica lo nombró Socio de Honor y en el año 1999
le concedió la Medalla de Oro de la Sociedad. Son muchos los ga-
lardones que ha recibido y sólo citaré algunos de ellos: Miembro de
Número de la Real Academia de Medicina y de Doctores. Coman-
dante Honorífico del Ejército. Miembro de la Academia Européenne
des Sciences des Arts et des Lettres, de la New York Academy of
Sciences, de las Academias Nacionales de Farmacia y de Medicina
de Francia. Grandes Cruces de Sanidad, de Alfonso X El Sabio y del
Mérito Docente con título de Magister. Doctor Honoris Causa por la
Universidad de la Sorbona, de Cantabria, de Alcalá de Henares y de
Navarra. Medalla de Oro de la Universidad Complutense, del Conse-
jo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, de la Academia
Internacional de Lutecia. Caballero de la Legión de Honor y Oficial
de la Orden del Mérito Científico. Caballero de la Orden del Santo
Sepulcro de Jerusalén, etc.
Todos estos honores, merecidos, no eran lo realmente importante
de Don Ángel, sus discípulos lo encontrábamos como el puerto se-
guro construido sobre roca, a quien se podía pedir consejo y de
quien se recibía la palabra de consuelo, o el aviso, que su mucha
experiencia acumulaba, pues la vida no le fue fácil y le dio la visión
514