Page 90 - 77_01

REAL ACADEMIA NACIONAL DE FARMACIA AN. R. ACAD. NAC. FARM.

Segundo, porque este premio se titula de José Celestino Mutis,
ilustre naturalista gaditano, eminente botánico de reconocimiento
mundial, padre de la Ciencia de Colombia. Una personalidad científica
global, un apóstol de la ciencia fundamental que por su lado defendía la
libertad científica y la transmisión del conocimiento. Como académica y
científica que soy, esta libertad es crucial para que se promueva el avance
de la ciencia, la valoración del bien común, el desarrollo de la economía.

“Mantengo abiertas las puertas en cualquier hora” (Celestino
Mutis).

Ante este honor que me habéis concedido también yo, aquí y
ahora, puedo decir que estoy a vuestra disposición, para unirme a vuestras
actividades con mucho gusto.

Ya conocen mis actividades científicas y académicas, subrayadas
en el laude proferido por el Profesor Antonio Ramón Martínez, a quien
mucho agradezco.

Me gustaría subrayar el trabajo que me ha traído hasta aquí: el
algarrobo. Planta mediterránea, distribuida por todo el Mediterráneo y
teniendo en la Península su máxima producción. De su semilla -el
garofin- se extrae una goma preciosa para nuestra salud, por la pureza que
ofrece y por eso la única que se puede utilizar en la industria alimentaria.

Nada o muy poco se conocía del algarrobo. Ha sido muy difícil
para mi elegir este camino: entre una incertidumbre, por la dificultad en
trabajar con una planta leñosa, y otra área de más éxito, como la de la
microbiología de los organismos fijadores de nitrógeno.

“Serei o que quiser. Mas tenho que querer o que for” (Fernando
Pessoa). Aquella época elegí lo desconocido, pero bello y desafiante.

Durante los últimos 30 años he estudiado la planta, el árbol, sus
variedades, su capacidad de adaptación al clima mediterráneo y
edafología. Mi propuesta ahora, después de este premio, es escribir un
libro más actual que pueda servir a todos que lo quieran disfrutar mi
trabajo conociendo mejor el cultivo y el modo para aumentar su
producción.

“Sin instrumentos ni el continuo desvelo de observaciones no se
puede penetrar los movimientos arreglados del verdadero sistema del
mundo” (Celestino Mutis).

133