Presentamos un análisis de la iconografía zoológica perteneciente a la botica de San Juan Bautista de Astorga, conservada en el Museo de la Farmacia Hispana de la Universidad Complutense de Madrid. Aun cuando la construcción de la cajonería está fechada en el siglo XVIII, el análisis iconográfico pone de manifiesto que debió ser repintada, al menos parcialmente, en el segundo tercio del XIX.
Palabras clave: Iconografía zoológica; Buffon; Astorga; Museo de la Farmacia Hispana (UCM)
ABSTRACT:
We present an analysis of the zoological iconography belonging to the pharmacy of San Juan Bautista de Astorga, preserved in the Hispanic Pharmacy Museum of the Complutense University of Madrid. Even though the construction of the chest of drawers dates from the 18th century, iconographic analysis shows that it must be repainted, at least partially, in the second third of the 19th century.
Keywords: zoological iconography; Buffon; Astorga; Hispanic Pharmacy Museum (UCM)
1. LA BOTICA DEL HOSPITAL DE SAN JUAN BAUTISTA DE ASTORGA
La construcción de la botica aneja al Hospital de San Juan Bautista, en Astorga (León), data de 1764; se levantó junto a la reconstrucción del antiguo hospital medieval, destruido tras el incendio acaecido en 1756. El nuevo edificio fue debido al empeño de Francisco Javier Sánchez Cabezón (1684-1767), obispo de Astorga entre la primavera de 1750 y el enero de 1767 (1).
De la construcción del nuevo hospital, cuya portada ostenta los escudos y sendas inscripciones laudatorias hacia su benefactor y al cabildo propietario del inmueble (2), se ocupó el arquitecto Gaspar López, maestro de obras de la Catedral. La ‘casa de la botica’, construida en piedra de sillería al gusto herreriano, se articuló sobre tres huecos de ventana y una portada; conservó su estructura original hasta mayo de 1984 en que fue totalmente remodelada en su interior (1, p. 70).
El primer regente en ocuparse del servicio de esta botica hospitalaria fue Jerónimo Fernández Ruiz; estuvo al frente del establecimiento entre 1772 y 1775 (1, p. 107); él –o un homónimo- ejerció en Madrid años después, fue admitido como miembro del Real Colegio de Boticarios de la Corte al final del verano de 1783 (03/09), en el que llegó a ocupar algunos cargos de responsabilidad (3); sus intereses no se decantan hacia el ámbito zoológico sino hacia el químico (4). Tampoco ninguno de sus sucesores al frente del establecimiento, hasta donde nos es conocido, se interesó por el estudio de la Zoología (1) (cf. Tabla 1)
Tabla 1. Boticarios regentes de la botica del Hospital de San Juan Bautista (Astorga) (1, p. 107-120).
Período Boticario
1772-1775 Jerónimo Fernández Ruiz
1777-1782 Gregorio Hoyos
1782-1808 Jerónimo Fernández Salvador
1808-1823 Tomás Fernández Garrido
1823-1831 Blas García
1831-1840 Lorenzo Iglesias
1840-1847 Pedro María Barte
1847-1875 Felipe Fernández Valderrama
1875-1904 José Alonso y Alonso
La botica se dividía en siete estancias: zona de dispensación, rebotica, dos almacenes, un obrador, un desván y una pequeña biblioteca (5); se unía a estas un huerto empleado para el cultivo de plantas medicinales. El piso superior sirvió de estancia para la persona -y su familia- que su ocupara en cada momento del funcionamiento de la botica; disponía de una entrada independiente. La botica sirvió al Hospital astorgano y a los pobres de la localidad hasta 1904, en que se decidió su cierre.
Tras dejar de estar operativa, el mobiliario y el botamen fueron adquiridos por un diputado a Cortes por el distrito de Astorga, residente en Boisán (6), quien lo transfirió al coleccionista astorgano Pablo Herrero; este volvió a venderlo –al menos parcialmente (7)– a un anticuario de Madrid, quien lo traspasó al Cabildo de la Catedral de Sigüenza. En los desvanes de aquella Catedral, desmontado, encontró Guillermo Folch Jou el mobiliario en 1939; él adquirió cuatro cuerpos que fueron ubicados en el Museo de la Farmacia Hispana (UCM). El conjunto fue intervenido, con fines de conservación y restauración, entre octubre de 2003 y octubre de 2004, por un equipo dirigido por Alicia Sánchez Ortiz (8). La disposición actual de las piezas quiere recordar a la original, pero no tenemos seguridad de que así fuera pues los elementos no fueron numerados en el desmontaje; Alicia Sánchez Ortiz (8, p. 19) plantea que el mal ajuste de algunos de los cajones en los muebles puede deberse a una ubicación incorrecta de estas piezas.
2. EL MOBILIARIO DE LA BOTICA ASTORGANA
Abel Lobato Fernández (2, p. 70-72) señala que el propio obispo Sánchez Cabezón dotó a la botica de mobiliario y botamen; lamentablemente nada parece conservarse de la colección de botes y tarros (9).
Los cuatro cuerpos del mobiliario instalado en el Museo de la Farmacia Hispana (UCM) (Figura 1) están trabajados en madera de pino policromada; todos parten de una base sobre la que se distribuyen tres pisos. Los laterales de estos muebles están decorados con figuras alternadas con motivos vegetales.
Figura 1. Mobiliario de la botica del Hospital de San Juan Bautista (Astorga), en su ubicación actual. Museo de la Farmacia Hispana (UCM)
Sólo uno de los muebles (300 x 112 x 37 cm) carece de cajonería; este presenta, en su piso inferior, un espacio cerrado por dos puertas; el central queda conformado por un óvalo policromado decorado con motivos vegetales, con entrepaños, que permiten la disposición en cuatro estantes; el piso superior está dividido en tres calles, la central, con forma de hornacina, conserva una talla de san Juan Bautista niño sujetando el cordero que sirve de identificación al Hospital. En los inventarios decimonónicos figura como ‘frente de redomas’ y su utilidad era contener unas redomas de vidrio, con tapa azul, para jarabes, alcoholes y otros líquidos medicinales.
Dos de los muebles, concebidos para ser ubicados en una posición lateral (350 x 182 x 34 cm), presentan en su parte baja dos estanterías horizontales, con marco arquitectónico y columnas; un piso central, formado por una cajonera de 25 piezas (en filas y columnas de cinco); y uno superior distribuido en tres calles, la central con un óvalo policromado con tres entrepaños y, las dos laterales, con dos estantes en cada una de ellas. Las piezas rematan en un frontón decorativo con volutas.
El mueble de mayor envergadura (380 x 536 x 38,5 cm) consta de cinco módulos; la parte inferior presenta nueve puertas sobre las que se disponen dos series de 16 cajones cada una; la zona central y las laterales del piso intermedio quedan organizadas a modo de óvalos, con tres entrepaños en cada uno de ellos, los otros dos espacios se corresponden con sendas hornacinas; entre las hornacinas y los óvalos se ubican dos series de cajones formadas por una veintena de piezas distribuidas en dos columnas. Sobre el módulo central, en una estructura similar a la del ‘frente de redomas’, se enclava una hornacina en la que se ubicado un san Juan Bautista con el cordero, simétrico al de aquella. Al menos en los años centrales del XIX, este mueble ocupaba el frente de la zona de la botica que daba paso a la rebotica (10).
En los cajones, la rotulata se dispone en tinta roja o negra, siempre sobre fondo blanco; todos incorporan una pieza de hierro a modo de tirador. En total se conservan 102 cajones; cada uno de ellos con una decoración frontal única; 71 incluyen diseños de animales, habitualmente más de uno en cada pieza, de modo que la cifra total de animales representados, reales o fantásticos, asciende a 110 iconografías diferentes; en algunos de estos cajones, los animales interaccionan entre sí, en otros aparecen junto a figuras humanas. En el resto de los cajones se representan paisajes, tanto rurales como urbanos, y algunas figuras humanas, entre ellas un boticario árabe con un mortero (Figura 2).
Figura 2. Cajonería de la botica del Hospital de San Juan Bautista [detalle] (Astorga) Museo de la Farmacia Hispana (UCM)
Buena parte de la decoración de estos cajones simboliza animales exóticos: elefante, rinoceronte, foca, tigre, camello, león, etc. Pero, también, encontramos animales comunes en la Península como toro, ciervo, perro, burro, etc.; algunos de ellos en más de una ocasión, como un perro o un gato blancos, que aparecen en un par de representaciones (tabla 2).
El autor o autores de la iconografía zoológica que ilustra la botica no es conocido. Abel Lobato (2, p. 70-72) remite a algún taller o artista de cierta calidad y recuerda que, por esas fechas, Francisco José Terán ya trabajaba para el cabildo astorgano (11); él fue quien se encargó de amueblar y decorar la sacristía de la Catedral de Astorga, dotándola de un programa iconográfico doctrinal, dentro de una estética rococó, presente en buena parte del mobiliario durante el reinado de Carlos III (12). Aun cuando la estética sea similar, la mano de Francisco José Terán parece bien distinta de la que se ocupó de la cajonería de la botica astorgana.
Tabla 2. Enumeración de los animales representados en la cajonería de la botica del Hospital de San Juan Bautista de Astorga (ca. 1)
3. LAS DECORACIONES ANIMALES EN LAS BOTICAS HISPANAS
El empleo de iconografía zoológica en las boticas hispanas del final del período ilustrado es más común de lo que, en principio, pudiera parecer. Buena parte de las pinturas de lo que fuera la rebotica y los armarios de la botica de Santa María la Real de Nájera, coetánea a la que nos ocupa, presenta este mismo tipo de decoración.
El gusto por las pequeñas escenas del mundo zoológico está presente en la Europa de siglos anteriores; baste pensar en las que el amberino Jan van Kessel ‘el viejo’ (1626-1676) representó en Las Cuatro Partes del Mundo (13) y que, en el fondo, nos retrotraen a los gabinetes de las maravillas (Wunderkammer) en los que estaban insertas las boticas, dedicadas a la puesta en el mercado de productos exóticos destinados a procurar la salud (14).
4. LA ICONOGRAFÍA DE LOS ANIMALES EN LA BOTICA ASTORGANA DEL HOSPITAL DE SAN JUAN BAUTISTA
Como en el mundo zoológico descrito por Jan van Kessel ‘el viejo’, en la decoración de la botica de Astorga se entremezclan desde ataques agresivos entre fieras hasta fábulas cómicas y meras fantasías. Lecturas iconográficas que el boticario, versado en este arte literario, sabría comprender. ¿Dónde buscar las hojas de Scrophularia aquatica L. mejor que en un cajón que recuerde un fondo marino [MFH-3654] (Figura 3)? ¿Dónde conservar el ‘emplasto de ranas con mercurio’ mejor que en una caja cuyo frente quede identificado por las propias ranas [MFH-3589] (Figura 4)? ¿recordaría el pesado rinoceronte la utilidad de las hojas del ajenjo [Artemisia absinthium L.] para vencer la ‘pesadez’ de estómago [MFH-3656]? ¿aludirá el mitológico dragón de cuya boca sale fuego al efecto de Parietaria officinlis L. para aliviar quemaduras [MFH-3624]? Los ejemplos podrían multiplicarse hasta la saciedad, de modo que, aunque una primera impresión –con nuestra mirada actual– no encuentre la metáfora aludida, la iconografía cobra un cierto sentido en la mentalidad de un boticario de la segunda mitad del xviii, para cuyo uso estaban dedicadas estas cajoneras.
La Zoología, como el resto de las materias que componen la Historia Natural, permitía en pleno periodo ilustrado abrirse a la modernidad sin menoscabar los fundamentos tradicionales del catolicismo (15); el obispo de Barcelona, Pedro Díaz de Valdés (1740-1807), lo manifestó, en febrero de 1791, en su Discurso sobre la Historia Natural…:
“Yo miro las producciones de la naturaleza y de el arte, como unos testigos de el poder y de la bondad de Dios, y de la industria de mis semejantes, y como unos fiscales del hombre estúpido é ingrato, que sin dar oídos á la razon, goza estos objetos, como irracional que los devora, sin pararse á meditar, ni mejorar las materias que sirven á satisfacer sus necesidades…” (16, p. 9).
De las 110 representaciones zoológicas (Tabla 2), un total de 37 se corresponden con animales domésticos: perros (14), bovinos (7), pequeños rumiantes (6), burros (3), gatos (3) y caballos (3); otros 52 ilustran animales silvestres: aves (17), peces y crustáceos (15), cérvidos (8), pequeños mamíferos (6) y anfibios (3); las 21 iconografías restantes se corresponden con animales mitológicos o exóticos: elefante, león (Figura 5), camélidos, monos, tigres, osos marinos, rinoceronte, avestruz, jirafa… y algún dragón (Figura 6).
No es fácil señalar la procedencia de la que los artistas dedicados a decorar la cajonería de la botica astorgana obtuvieron las imágenes empleadas para su ilustración; tampoco parece que fuera obra de un solo autor; la diferente calidad de las imágenes parece remitir a un taller.
Una primera aproximación llevaría a pensar que los pintores emplearan algunas de las obras de carácter enciclopédico que gozaron de amplia difusión en la España ilustrada, tal el Espectáculo de la naturaleza… del abad Noël-Antoine Pluche (1688-1761), traducido al castellano por el padre Esteban de Terreros y Pando (1707-1782), cuyos dos primeros tomos quedan dedicados al mundo animal (17) o la Histoire naturelle, générale et particulière… de Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon (1707-1788) (18); pero también láminas impresas, narraciones ilustradas de viajes o cualesquiera otros tratados de Historia Natural de los que el artista -o su taller- pudieran disponer.
La escasez de modelos animales vivos, especialmente los de origen exótico, debió llevar a los ilustradores a inspirarse en estos textos enciclopédicos o en compendios de imágenes; la observación directa del animal rara vez fue posible –salvo en los domésticos- por lo que los modelos resultaban copiados una y otra vez, en cada ocasión más deformados en lo que a su similitud con el original respecta. Buena parte de los rinocerontes –y el de la botica de Astorga no es una excepción (Figura 7)-, recuerdan la imagen canónica (Figura 8) que de él nos ofreció Alberto Durero (Albrecht Dürer; 1471-1528).
Otras iconografías se muestran concordantes con la primera edición de la Histoire naturelle… del conde de Buffon; tal la representación de un ciervo [MFH-3645] (Figura 9), una ilustración de Jacques de Sève (fl. 1742-1788), repetida en ediciones sucesivas (Figura 10) (19).
No obstante, la mayor parte de los elementos decorativos de la botica astorgana se corresponden con imágenes posteriores a la fecha señalada como de inicio de su actividad (1772); es el caso de algunas iconografías de la Histoire naturelle… del conde de Buffon, editada al cuidado de Étienne de Lacépède (1756-1825), con ilustraciones de Jean Louis Charles (1759-ca. 1824) (21); tal el cajón para conservar plantas de Verbena officinalis L. [MFH-3630] (Figura 11) donde se representa un simio bajo el nombre de ‘Le Douc’ (Figura 12), una rareza de la Conchinchina hoy extinta.
De comienzos del xix data el grabado de John Scott (1749-1833), sobre dibujo de Philipp Reinagle (1749-1833): ‘An Irish greyhound standing in a mountainous landscape’, cuya edición príncipe fue impresa en London (Ivy Lane): James Cundee, Albion Press, 01/06/1804 (Wellcome Library, 40920i) (Figura 13), luego reiteradamente utilizado, y que no dudamos en identificar con la iconografía del cajón rotulado como ‘Aliana Centauriam’ (Figura 15).
Este mismo grabado fue reimpreso en la edición, en nueve volúmenes, de las Oeuvres complètes de Buffon avec les supplements… (Figura. 14), salida de los tórculos parisinos de P. Duménil entre 1835 y 1836 (22); a esta edición corresponde, también, la iconografía de una familia de castores (Figura. 16), que ilustran el cajón destinado a Artemisia absinthium L. (MFH-3625) (Figura 17), el camello (Figura 18) que identifica el cajón de ‘Parietaria’ [Parietaria officinalis L.] (MFH-3637) (Figura 19), el elefante (Figura 20) del cajón destinado a los tallos de plantas de ‘Equisetum’ [Equisetum arvense L.] [MFH-3628] (Figura 21), la jirafa (Figura 22) del cajón donde habrían de guardarse las plantas de Sanguisorba officinalis L. [MFH-3632] (Figura 23) o los osos marinos (Figura 24) con los que se ilustra el cajón destinado a Teucrium chamaedrys L. [MFH-3629] (Figura 25). Y estos no son los únicos ejemplos.
5. COROLARIO
Aun cuando la cajonería de la botica del Hospital de San Juan Bautista de Astorga podría corresponder al último cuarto del siglo xviii; el análisis de su iconografía pone en evidencia que, al menos parcialmente, debió ser repintada en la primera mitad del siglo xix, probablemente entre 1836 y 1856, ya que buena parte de sus imágenes se corresponden con los grabados de la edición de las Oeuvres complètes de Buffon… publicados por la imprenta parisina de P. Dumenil, entre 1835 y 1836. Por otro lado, a partir de 1856, disponemos de cuentas propias de la botica, separadas de la del Hospital, y en ellas no se menciona pago alguno por estas reformas.
Pensamos que la elección de las imágenes no es aleatoria frente al contenido que indica la cartela; más bien responden a un programa iconográfico ‘oculto’ tras un lenguaje metafórico que el boticario debería conocer y del que, a lo largo del texto, hemos expuesto algunos ejemplos al respecto.
Agradecimientos
Esta publicación es parte del proyecto I+D+i PID2020-112514GB-C-21, financiada por AEI/10. 13039/5011000110.
6. REFERENCIAS
- “EN TROPHEUM ET ARMA D. AP. ECC. CATHED ASTUR. CAPITULI UNICI ET IN SOLIDUM HUJUS HOSPITALIS PATRONUS”. La leyenda se presenta sobre dos cornucopias en las que se apoyan sendos niños desnudos (Lobato Fernández A. Promoción artística, cultural y mentalidad de un obispo asturicense: don Francisco Javier Sánchez Cabezón (1684-1767). [Trabado final del Máster universitario en Estudios Avanzados de Historia Moderna ‘Monarquía de España’ siglos XVI-XVIII, dirigido por Julio J. Polo Sánchez]. Santander: Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Cantabria 2012 [cf. p. 64].
- Desempeñó los puestos de tesorero (1791), contador (1793, 1805-1806) y diputado primero (1794). Falleció en 13/04/1816 (Roldán Guerrero R. Diccionario biográfico y bibliográfico de autores farmacéuticos españoles. Madrid: Imprenta del PHOE 2, p. 214. 1975).
- Para su ingreso en el Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid presentó una Disertación sobre la manteca de antimonio y su cinabrio, fechada el 08/11/1783, que se conserva, manuscrita, [7] h., [1] h. pleg.; 20,2 x 14,3 cm, en la Biblioteca de la Real Academia Nacional de Farmacia, B-18-72.
- Algunos de estos libros han sido localizados en la biblioteca del Archivo Diocesano de Astorga; se trata de obras del siglo XIX (1, p. 101).
- Tradicionalmente se ha considerado que este comprador fue Julio ‘el cuarenta vacas’ (1, p. 138; 2, p. 70); pero, en el Congreso de los Diputados, la representación por el distrito de Astorga, en las elecciones del 16/04/1899 (Archivo del Congreso de los Diputados, Electoral, 113/25), del 19/05/1901 (Ibid., 115/25) y del 30/05/1903 (Ibid., 117/25) corrió a cargo de Adolfo
- Rodríguez de Cela y Martínez, nacido en Boisán (León), el 27/12/1867, y que asumió este cargo hasta el final de esta última legislatura, el 17/08/1905.
- Santiago Herrero Crespo (n. 1903), hijo de Pablo Herrero, recordaba en los años centrales de la década de 1990, en conversaciones con María Victoria Fernández Fernández, cómo el traslado realizado a Madrid había sido incompleto: “no sin dejar en el almacén algunos de los cajones de la botica, que luego permanecieron allí durante bastantes años” (1, p. 138).
- Sánchez Ortiz A. 2005. Intervención de conservación y restauración en la colección de piezas de maderas policromada del Museo de la Farmacia Hispana de la Universidad Complutense de Madrid. [Madrid: mecanografiado] 2005. 303 h. Museo de la Farmacia Hispana (UCM).
- Este botamen debió desaparecer pronto; en los inventarios disponibles, todos ellos construidos durante el siglo XIX, se alude a botes de Talavera ornados con el escudo de la Compañía de Jesús (1, p. 97).
- Así consta en los ‘Inventarios de los medicamentos’ correspondientes a los años 1847 y 1875 conservados en el archivo catedralicio de Astorga (1, p. 95). Este artista protocolizó la escritura para el nuevo Monumento que el Cabildo quería realizar en la Catedral astorgana el 05/11/1763 (González García MÁ. José Francisco Terán, polifacético arquitecto de la catedral de Astorga en el siglo XVIII. Astórica 2011, 28(30): 95-132).
- Morais Vallejo E. (2020). El amueblamiento de la sacristía de la catedral de Astorga a finales del siglo XVIII. In: Vasconcelos e Sousa G. (coord.) Actas do II Congreso Ibero-Americano de História do Mobiliário. Porto: Universidade Católica (Porto). Centro de Investigação em Ciência e Tecnologia das Artes (EA-UCP) pp. 17-33.
- Sobre el impacto de esta obra de Jan van Kessel ‘el viejo’ –y otras similares– en la cultura europea cf. Findlen P. Possessing Nature: Museums, Collecting, and Scientific Culture in Early Modern Italy. Berkeley: University of California Press 1994 y Baaj N. Monstrous Creatures and Diverse Strange Things: The Curious Art of Jan Van Kessel the Elder (1626-1679). An Arbor: University of Michigan 2022; Ibid. Sketches of Simians and Savages on the Versos of Jan van Kessel’s Cooper Plates. Boletín del Museo del Prado 2022, 30(48): 72-83. entre otros.
- Baratas Díaz A, González Bueno A. De gabinete a ‘science center’: 500 años de coleccionismo en Historia Natural. Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural 2013, 11 [2ª época]: 9‐25.
- Morgado García A. La Historia Natural en la prensa finidieciochesca: la visión del mundo animal. Cuadernos Dieciochistas 2013, 14; 339-365.
- Díaz de Valdés P. Discurso sobre la Historia Natural con respecto á Cataluña. Escribale en febrero de 1791… In: Díaz de Valdes P. Tratados sobre la física del clero y otros puntos útiles y provechosos de las ciencias naturales. Barcelona: En la Oficina de Manuel Texero 1806 pp. 1-62, Sobre el pensamiento de Pedro Díaz de Valdés, en lo que a la Historia Natural respecta, cf. Ordaz J. Pedro Díaz de Valdes (1740-1807) y el estudio de las ciencias naturales. Cuadernos de Estudio del Siglo XVIII 2005, 15: 159-173.
- Pluche NA. Espectáculo de la naturaleza, o Conversaciones a cerca de las particularidades de la historia natural que han parecido mas a propósito para excitar una curiosidad util y formarles la razon à los Jovenes Lectores. Escrito en el Idioma Francès por el Abad M. Pluche; y traducido al castellano por el P. Estevan de Terreros y Pando… En Madrid: En la Oficina de D. Gabriel Ramírez 1753-1755. La obra consta, en su primera edición, de dieciséis volúmenes; del éxito de la empresa da cuenta la segunda edición (Madrid: Joaquín Ibarra, 1756-1758). Sobre Esteban de Terreros y Pando cf. Larrazábal Basáñez S, Gallastegui C. (coord.) Esteban de Terreros y Pando: vizcaíno, polígrafo y jesuita. III Centenario: 1707-2007. Bilbao: Universidad de Deusto 2008.
- Los 36 volúmenes que componen la Histoire naturelle… del conde de Buffon salieron de las prensas parisinas de la Imprimerie Royales siguiendo la siguiente cadencia: 1749: ‘De la manière d’étudier l’histoire naturelle suivi de la Théorie de la Terre’, ‘Histoire générale des animaux’ et ‘Histoire naturelle de l’homme’, 3 vol.; 1753-1767: ‘Les quadrupèdes’, 12 vol.; 1770-1783; ‘Les oiseaux’, 9 vol.; 1783-1788. ‘Les minéraux‘, 5 vol.; 1774-1789: ‘Suppléments’, 7 vol. Los 21 volúmenes que componen la traducción al castellano, realizada por José Clavijo y Fajardo (1726-1806) salieron de tórculos, bajo el sello madrileño de la Imprenta de la Viuda de Ibarra, entre 1791 y 1805 (Llorca J. Buffon en España. La influencia en España de las ideas científicas del naturalista Georges Louis Leclerc, conde de Buffon. [Tesis doctoral dirigida por Horacio Capel Sáez]. Barcelona: Universitat de Barcelona, 1989).
- Entre otras, en la p. 64 (lam. 1) del volumen 7 [1769], de la Histoire naturelle générale et particulière [Nouvelle Édition]. París: De L’Imprimerie Royale, 1769-1770.
- Buffon, conde de [Georges-Louis Leclerc] L’Histoire naturelle, générale et particulière, avec la description du Cabinet du Roi… A Paris : a l’Imprimerie Royale 1749-1804. 36 vol.
- Buffon, conde de [Georges-Louis Leclerc]. Histoire naturelle…; dédié au citoyen Lacepede… [Nouvelle éd., revue et continuée par M. Lacepede]. A Paris : P. Didot l’ainé et Firmin Didot, an VI [1798] – an XII [1804]. 74 vol.
- Buffon, conde de [Georges-Louis Leclerc]. Oeuvres complètes de Buffon, avec les supplémens, augmentées de la classification de G. Cuvier… Et accompagnées de 700 vignettes gravées sur acier, représentant au moins 900 animaux. Paris : P. Duménil. [Typographie de Firmin Didot frères] 1835-1836. 9 vols.