Anales RANF

Bartolomé Ribas; Antonio R. Martínez,; Juan Tamargo @Real Academia Nacional de Farmacia. Spain 313 - Distinción del Excmo. y Magnífico Sr. Rector de la Universidad Complutense de Madrid por haber dirigido el mayor número de tesis y tesinas en los Cursos 1986-87, 88 y 93. - Miembro de Honor de la Sociedad Española de Higiene y Medicina Preventiva Hospitalaria, mayo 1989. - Diploma de UNICEF por la colaboración en pro de la problemática sanitario-social de la infancia, en marzo 1989. Como resultado de su labor investigadora en paralelo con una intensa dedicación docente, fue Organizador de 23 Mesas Redondas. Pronunció unas 47 Conferencias en la Real Academia Nacional de Medicina de España, y 7 en las distintas regiones españolas. Autor de 5 libros y de coautor de capítulos en 20 Monografías de la Real Academia Nacional de Farmacia. Presentó 124 comunicaciones a Congresos y 4 ponencias, publicadas e revistas de Sanidad. 3 contestaciones a discursos de toma de posesión. Participó en 4 sesiones necrológicas. También intervino en 34 tribunales: de doctorado, de oposiciones, de fundación de sociedades, de peritajes, de Consejos editoriales etc. Y en su vertiente humanista, el profesor Domínguez Carmona fue Presidente de la Junta diocesana de la Nacional de Semanas Sociales, que bajo el lema, "Humanización de las estructuras sociales" tuvo lugar en Santiago de Compostela en 1976. Director del Instituto Nacional de Medicina y Seguridad en el Trabajo,1979 al 1982. Director de unos 33 cursos de su especialidad sanitaria, de Diplomados en Sanidad, y de Medicina Preventiva. Participó en numerosos Comités asesores y Consejos de redacción en: la RANF, la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación y de la de Medicina Militar. Dirigió 24 tesis doctorales en las Universidades de Santiago de Compostela y Complutense de Madrid. Una consideración de especial relevancia que recuerdan sus discípulos era su actitud de preocuparse por ellos, atento a la marcha de sus trabajos y de sus vidas; es decir, era un profesor al encuentro de sus alumnos, discípulos de doctorado y postdoctorales. 2. MISIONES En su faceta militar por necesidades del servicio fue destinado en 1957 por orden urgente al Hospital Militar “Gómez Ulla” de Madrid al Servicio de Higiene y Bacteriología, y seguidamente por orden del Gobierno Militar de Madrid el mismo año, es enviado con urgencia al Hospital Militar de Las Palmas de Gran Canaria, como Jefe del Servicio de Hematología, haciéndose cargo de la Jefatura del Laboratorio. También fue designado para la Dirección del Servicio de Transfusión de Sangre. En junio del 57 regresa a Madrid al Hospital Militar “Gómez Ulla”. Por su prestigio y sus amplios conocimientos y experiencia nacional e internacional, es nombrado en misión internacional en julio de 1984 para formar parte de la Comisión de Investigación de agentes agresivos químicos, e intervino como Experto de Naciones Unidas, en las guerras Irán-Irak con 8 misiones, efectuadas en los diversos frentes y en Hospitales de Campaña para determinar el uso de agresivos químicos. Por ello, mereció la expresa felicitación del Secretario General de Naciones Unidas, el señor Pérez de Cuéllar. Este era el profesor Domínguez Carmona, que en la misma zona de combate, como señala en una de sus publicaciones, pudo comprobar el uso de gases lacrimógenos en Susangerd, y de iperita en Pivansharr y Panjivu. Tras el informe de los cuatro expertos, en 1986 se reunió con urgencia el Consejo de Seguridad de la ONU condenando a Irak por el empleo de armas químicas. Intervino como experto también en la Guerra de Angola con la misma finalidad. Fue Asesor en Riad, Arabia Saudí, para establecer el riesgo químico con ocasión de la Guerra del Golfo. Es encomiable por tanto su disposición al servicio de las instituciones, que por su amplio y extenso saber le requerían. 3. ENTRE SUS INCLINACIONES PERSONALES Consideramos que fue ávido lector, siempre iba cargado de papeles en carpetas bajo el brazo. Leía constantemente y leyó cuando era jovencillo El bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez, que le marcó por su sensibilidad y delicadeza personal. Era profundamente cristiano y su espiritualidad lo llenaba por completo, por eso la pérdida de la visión nunca fue un motivo de queja ni obstáculo para ser feliz y agradecido al Señor. Al contrario, y como siempre en una situación adversa, no se amedrentó ni entristeció. En su ancianidad, en pocos años se quedó prácticamente ciego por glaucoma, pero no dejó en absoluto que su patología le afectara su carácter de paz, alegría, entusiasmo y felicidad. Según el Salmo 4, que conocía: ”Tú Señor has puesto en mi corazón ms alegría que si abundara en trigo y en vino, porque solo Tú Señor me haces vivir tranquilo y feliz”. En una de las visitas a su casa con Paco González de Posada, me regaló la lupa que les muestro, que se ha hecho indispensable para mí, como lo fue en un día para él. En su casa poseía una magnifica biblioteca, abarcando todo tipo épocas y de autores aunque se decantaba por la literatura española y europea. En su mesa de trabajo había una multitud o montaña de papeles y, sin embargo, había un orden muy disciplinado, pues para él todos eran importantes y, después de su lectura, los colocaba en la caja que les correspondía. Leía todo lo que caía en sus manos, y no podía resistir al encontrar un papel en la calle cogerlo y leer su contenido.

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