Anales RANF

El conocimiento científico como referencia para el poder y la gestión pública @Real Academia Nacional de Farmacia. Spain 229 Otro aspecto, que se convierte también paradigmático para definir el momento actual, es el de las perspectivas que suscita lo que el profesor y académico José Manuel Sánchez Ron denomina como “un mundo tecnologizado” (8). Considera necesario Sánchez Ron que la filosofía preste más atención a los valores. Y a la vista del predominio de las Ciencias de la Vida y la Biomedicina, demanda una mayor reflexión filosófica sobre los alcances que puede tener la transformación técnica de la naturaleza humana y su posible correlato de injusticias, al hacer accesibles los bienes que de ello ser derivan solamente a determinadas minorías. Ante esto reclama con razón una reflexión ética global que tenga muy presentes las consecuencias 6 . 5. EL PODER Y LA CIENCIA Los poderes públicos tienen una notable responsabilidad en apoyar la investigación en libertad, como algo esencial para la práctica científica. Cierto es que en el mundo occidental más desarrollado la financiación pública de la investigación no cubre la totalidad, ni siquiera la mayoría de las actividades que se desarrollan. Lo que sí sucede es que la financiación pública representa el eje en torno al cual discurre la tarea investigadora, un eje que actúa tanto como motor fundamental a modo de canalizador y regulador de la actividad. La relación entre ambas instancias, poderes públicos y comunidad científica, ha de ser rigurosa y leal. El respeto a la libertad de investigación es imprescindible para que la tarea científica resulte creativa y de avance. La comunidad científica por su parte está obligada al rigor y a la aspiración de calidad. Mención aparte merece un fenómeno del que cada vez se conoce más, como es el de los fraudes que se cometen por investigadores a través de la manipulación de los resultados. Aun siendo minoritario, este fenómeno reclama una atención especial en estos momentos. Son por tanto muchas las facetas para las que resulta imprescindible articular bien las referencias científicas para la actuación de los poderes públicos 7 . Siendo organización del poder político en ambos bloques y, por tanto, la legitimidad en el ejercicio del mismo. 6 Por mi parte entiendo que esa actitud ética cada vez se revela como más necesaria porque no faltan propuestas orientadas a proponer la modificación integral de la naturaleza humana, utilizando los instrumentos técnicos que se han ido derivando de la práctica científica. El rigor científico ha de permitir identificar lo que es verosímil, frente al engaño y la quimera que se dan en muchas de estas formulaciones, como puede ser el mito de la prolongación ilimitada de la vida del hombre. La irrenunciable actitud ética ha de servir para la valorar la legitimidad de muchas de las intervenciones técnicas que la Ciencia hace posible. (Nombela, C. Ciencia y Conciencia. Diario ABC, 19-febrero- 2019). 7 En todo lo que sigue a continuación, mis comentarios deben entenderse no solamente referidos a España sino igualmente imposible agotar el tema, nos referiremos a tres cuestiones esenciales: 6. ESTABLECIMIENTO DE PRIORIDADES Y PROGRAMACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN La naturaleza del trabajo investigador requiere de una programación rigurosa y comienza por atender las prioridades sin que ello impida que se desarrolle una investigación fundamental, de las que suponen avances de los que pueden romper moldes y lograr progresos en vertical. Como los recursos son limitados la apuesta por determinados territorios de la investigación supone marginar otros. La elección de prioridades es por tanto una actividad de riesgo, el acierto no está garantizado, pero la elección se impone. En todo caso, el sistema científico debe tener la suficiente envergadura como para aprovechar al máximo las oportunidades, el talento que se puede desplegar, así como atender a los problemas que demandan una respuesta científica. En España y en la Unión Europea tenemos numerosos ejemplos de desarrollo de legislación y de programas de Ciencia y Tecnología en las últimas décadas. Se impone siempre un ejercicio de análisis para juzgar éxitos y fracasos, que no cabe llevar a cabo aquí. Lo que sí hay que afirmar es que el asesoramiento de la comunidad científica es esencial en este proceso, como lo es el que los gobernantes sepan recabarlo y organizarlo adecuadamente. La programación debe ser eficaz para el aprovechamiento de los recursos, al tiempo que reservar espacio para la creatividad. 7. ATENCIÓN A LOS PROBLEMAS GLOBALES La lista de cuestiones globales que demandan una respuesta científica es notable. Ciertamente, la desigual distribución en el mundo de capacidades de investigación y de desarrollo de tecnología, no facilita la atención a esta cuestión prioritaria. En todo caso, los poderes públicos, a nivel de estados, de uniones de estados, así como los ámbitos internacionales de cooperación, están obligados a concitar los esfuerzos para atender a los problemas. Pero el avance científico también resulta ser herramienta esencial para la solución de los numerosos problemas que se nos muestran, en un mundo en que los interrogantes sobre su futuro se prodigan cada vez con mayor intensidad. Tenemos que hablar continuamente del cambio global, que puede modificar notablemente la situación del clima y el hábitat; del deterioro del medio ambiente y los ecosistemas; del agotamiento de los recursos naturales y su sustitución por otros alternativos; o de las limitaciones para alimentar al conjunto de la población humana y satisfacer sus necesidades nutricionales, amén de lo que se requiere para mantener la salud y combatir la enfermedad. La Ciencia puede aportar, en primer lugar, la al ámbito de la Unión Europea de la que formamos parte y en la que se insertan una buena parte de nuestros empeños científico-técnicos.

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