Anales RANF

The Pharmacy in the Chemistry Section of the French Royal Academy of Sciences (1666-1793) @Real Academia Nacional de Farmacia. Spain 159 Las Academias fundadas por Louis XIII y Louis XIV: Francesa (1635), de Inscripción y Bellas Letras (1663), de Ciencias (1666), de Pintura y Escultura (1648), y de Arquitectura (1671), adscritas al Instituto de Francia, se crean por la Convención, reorganizan por el Gobierno Consular y de la Restauración, y completan por el Gobierno de Julio de 1830. La Academia Francesa fue la primera trasladada al Louvre (Figura 6), en 1672. La formación de la mayor parte de los historiadores de la química previos a la primera mitad del siglo XX era científica, e.g. química (Thomas Thompson, Albert Ladenburg, Ernst von Meyer, Pattison Muir, Wilhelm Ostwad, Ida Freund, Forris Jewett Moore, Thomas Edward Thorpe, Henry Marshall Leicester, Georg Lockeman, James Ridding Partington, Aaron John Ihde). Las ideas químicas se trataban en general como entidades incorpóreas operando libres de toda consideración social o cultural. La farmacia, ha sido uno de los aspectos olvidados de la química, en especial en la historiografía francesa, omitiéndose la importante contribución de boticarios y médicos formados químicamente (37-42). 4. NICOLAS LEMERY Y EL CURSO DE QUIMICA: LA APUESTA POR LA CLARIDAD A Nicolas Lémery (1645-1715), Figura 7, (43), el francés errante, le toca en suerte una vida azarosa consecuencia de sus creencias religiosas, concluyendo sus problemas cuando abraza la fe cristiana. Para los detalles de su vida consultar las referencias (44-50). Nicolas Lémery rompe una lanza a favor de introducir la claridad; trata de facilitar los modos de trabajar en la química y despojarla de todo lo que la vuelve misteriosa u oscura “La plûpart des Auteurs qui ont parlé de la Chymie, en ont écrit avec tant d’obscurité, qu’ils semblent avoir fait leur possible pour n’être pas entendus ; & l’on peut dire qu’ils ont trop bien réussi, puisque cette Science a été presque cachée pendant plusieurs Siécles, & n’a été connuë que de très-peu de personnes. C’est en partie ce qui a empêché un plus grand progrès que l’on eût pu faire dans la Philosophie ; puisqu’il est impossible de raisonner en bon Physicien, qu’on ne sçache la maniere dont la nature se sert dans ses opérations, ce qui est parfaitement bien expliqué par la Chymie.” (51) “je ne me préoccupe d’aucune opinion, qu’elle ne soit fondée sur l’expérience” (51). Para Thomas Thomson (1773-1852) “Nicolas Lemery, the first Frenchmen who completely stripped chemistry of its mysticism…” (53, p. 235). El contenido de sus cursos llama la atención “le public, selon l’expression de Voltaire, fut étonné de voir une chimie dans laquelle on ne cherchait ni le grand œuvre ni l’art de prolonger la vie au delà des bornes de la nature.” (45, p 600). Su curso de química (Figura 8) tuvo un éxito notorio, siendo traducido al latín, alemán, italiano, español e inglés “Il se vendit comme une Ouvrage de Galanterie ou de Satire” (44). Diez ediciones en francés en vida del autor (con la 9ª y la 10ª reimpresa), y otras seis a título póstumo (49), la última en 1757. Félix Palacios y Baya (1677-1737) (54) tradujo la obra al español publicándose en 1703, 1710 (Zaragoza) y 1721 (Figura 9). Los variados aspectos que conforman la obra de Lemery, en todas sus vertientes, han sido objeto reciente de publicación (55) en un número especial de la “Revue d’Histoire de la Pharmacie”, correspondiente a un coloquio: “Nicolas Lémery (1645-1715) un savant en son siècle”, organizado con motivo del tricentésimo aniversario de su muerte.

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