Anales RANF

José Antonio Cabezas Fernández del Campo @Real Academia Nacional de Farmacia. Spain 74 posibilidad de enlace con el esqueleto del ácido neuramínico de grupos variados, y en numerosas posiciones, como son sus carbonos 4, 7, 8 o 9 para los grupos acetilo (CH3-CO), que incluso pueden ser también los diacetilo –exactamente: 7,8-di- O- acetilo, 7,9-di- O - acetilo, 8,9-di- O -acetilo–, y hasta un 7,8,9-tri- O- acetilo. Otros grupos susceptibles de tales uniones son: el hidroxilo (HO-), el fosfato (-PO3H2), el sulfato (-SO3H), el metilo (CH3-), el lactilo [CH3-C(OH)-CO], etc., si bien sus sitios de enlace quedan limitados a sólo un carbono determinado. Otra peculiaridad es la de no haberse encontrado ácidos siálicos como constituyentes del reino vegetal, como demostró por primera vez J.A. Cabezas (6) en 1964; aunque sí se han hallado por numerosos investigadores en algunos invertebrados, y en algunos tipos de bacterias y virus. En 1962 este autor (6) detectó, identificó y cuantificó por primera vez al ácido siálico existente en las lágrimas humanas, que resultó ser, únicamente, el N- acetilneuramínico. También en orina de adultos humanos encontró otro ácido siálico: el N- acetil-4- O- acetilneuramínico (6). Asimismo, se ha investigado por J. A. Cabezas et al., entre 1960 y 2004, la existencia, naturaleza y concentración de NeuAc, NeuGc y N, O, diacetilneuramínico en muestras obtenidas de las siguientes procedencias (6): humana (además de lágrimas y orina, calostro, leche y bilis); bovina (calostro y leche, así como leches maternizadas elaboradas con leche de vaca en España y Francia); equina (cerebro, cerebelo y bulbo); ovina y porcina (estroma de eritrocitos, plaquetas y bilis vesicular); caprina (suero, calostro, leche, hígado, estroma de eritrocitos y cerebro de adultos y jóvenes); rata (suero, hígado y bilis vesicular); gallina (suero). Excepto en los materiales humanos (con sólo NeuAc), en todos los demás se hallaron NeuAc y NeuGc, en proporciones variables, y en alguno también un N,O, diacetilneuramínico. Y en huevas de caballa (pez teleósteo) y del ciclóstomo lamprea, se ha encontrado triple porcentaje de NeuAc respecto a N,O, diacetilneuramínico, pero no NeuGc (6). Esta ausencia de NeuGc sería otra peculiaridad, coincidente con la detectada (en los animales jóvenes) o su escaso porcentaje (inferior al 3 % en los adultos) en el cerebro de cabras, asnos, caballos y mulos (6); presentándose así un paralelismo con lo que ocurre en la especie humana. Actualmente se conocen con cierto detalle algunas de las importantísimas funciones biológicas desarrolladas mediante la participación de los ácidos NeuAc y NeuGc. Sin intentar establecer generalizaciones, quizá sí se pueda anticipar que tales funciones son mayoritariamente de tipo fisiológico, pero que algunas pueden derivar en trastornos patológicos, dependiendo de qué ácido o de su concentración, según se indicará seguidamente. Tales funciones son debidas principalmente a: - Su carga negativa , que influye poderosamente al hallarse estos ácidos en posición periférica de las moléculas de glicoproteínas y gangliósidos. -Ser antígenos muy específicos. -Ser sitios de reconocimiento celular; o factores de anti-reconocimiento, por enmascaramiento (alargando la vida media de glicoproteínas) . -Ser protectores frente a ataques enzimáticos , modulando funciones de su entorno celular. Cada uno de estos dos ácidos participa en procesos biológicos : - Fisiológicos: El NeuAc de la zona pelúcida del óvulo facilitando la unión y la penetración en él del espermatozoide. - Inmunitarios: El NeuGc ocasiona la “enfermedad del suero”, frecuente en épocas anteriores a la de los antibióticos, que solían sufrir las personas a las que se aplicaba una segunda inyección de suero antitetánico procedente de caballos para combatir el tétanos y otras enfermedades. Actualmente se sabe que el agente responsable de esa dolorosísima respuesta anafiláctica es un antígeno heterófilo de naturaleza glicoesfingolipídica (conteniendo NeuGc) existente en los équidos y otros mamíferos, pero no en los humanos, que actúa produciendo anticuerpos en éstos después de la primera inyección de ese suero. Asimismo, el riesgo de rechazo a los xenotransplantes o heterotransplantes puede ser ocasionado por el NeuGc. Se intenta evitarlo enmascarándolo mediante la incorporación de fucosa en las moléculas de los glicocojugados. - Infecciosos: Ambos ácidos se comportan en relación con la malaria de forma muy diferente. Con la gripe, tiene el virus de ésta mayor facilidad para fijarse en glicoconjugados conteniendo NeuGc respecto a los de NeuAc. También ambos tienen relación con otras enfermedades. - Dietéticos: El NeuAc del calostro y leche de mujer actúa favorablemente como agente antiinfeccioso, mientras que el NeuGc se considera como potencialmente tóxico para el cerebro. El aporte de éste (procedente de carnes rojas u otros alimentos) se elimina normalmente por los seres humanos. - Cancerígenos y otros: El NeuGc es un “antígeno onco- fetal” que se expresa en tejidos fetales y desaparece en la vida adulta, pero que puede re-expresarse durante la transformación maligna, coincidente con una hipersialilación en la superficie celular e incremento de NeuGc que favorece la inflamación. Con el NeuGc se hallan relacionadas también otras enfermedades como la sialuria, la esquizofrenia, la diabetes tipo II y la de Alzheimer. - Terapéuticos: Últimamente casi la mitad de las proteínas de uso terapéutico son glicosiladas (véase en “Ejemplos de glicoconjugados… con aplicaciones terapéuticas”). La hipersialilación de la molécula de sialoglicoproteínas como la eritropoyetina, la hormona luteinizante, etc., aumenta su vida media.

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