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Metaciencia: reflexiones sobre la reproducibilidad de la investigación en farmacología @Real Academia Nacional de Farmacia. Spain 5 deja de tener carácter científico ipso facto; podrá ser conocimiento hipotético, pero no será conocimiento científico. Con la formalización – incluyendo la matemática y la química – se busca incluir los elementos observacionales dentro de un marco definido y aceptado mayoritariamente de leyes y teorías – es decir, un paradigma – , que se expresa con un lenguaje inequívoco, exento de particularismos culturales o sociales. Además, las observaciones, hipótesis, experimentos y lenguajes científicos deberían ser transparentes y públicos; es decir, deben ser claramente definidos y difundidos en medios de acceso generalizado. Otro de los pilares fundamentales que soportan el valor de la prueba de la evidencia científica – es decir, su aceptabilidad generalizada – es la objetividad , manifestada como la ausencia de prejuicios, sesgos de opinión o intereses espurios; sin embargo, es obvio que una objetividad absoluta es inalcanzable, por lo que lo más próximo que hemos acertado a inventar es la intersubjetividad , la coparticipación y el consenso mayoritario de la comunidad científica a la hora de reconocer un procedimiento, un dato o una relación de causalidad; bien es cierto que bajo el término de comunidad científica se incluye a una oscura mezcla de personajes con intereses políticos, sociales y económicos diversos. Finalmente, a todas estas características de la ciencia debería añadirse la de la provisionalidad; es decir, la argumentación teórica y la demostración experimental de todo procedimiento científico deben estar sujetas a una revisión crítica continua. Nada en la ciencia, ni en ninguna otra forma de conocimiento racional, debería aceptarse como definitivo. 2. METACIENCIA, REPRODUCIBILIDAD Y REPETIBILIDAD Podemos definir la metaciencia como la práctica de la metodología científica para estudiar el método científico y la filosofía de la ciencia; en otras palabras, la ciencia estudiándose a sí misma. Este término ha ido cobrando impulso en las últimas décadas, particularmente en el contexto de lo que ha sido denominada, discutiblemente, como la "crisis de reproducibilidad" de la ciencia. Por tanto, la metaciencia pretende caracterizar la validez de un ámbito de investigación específico, como por ejemplo la fiabilidad de los estudios en biomedicina y su aplicabilidad-representatividad para la autorización oficial de nuevos medicamentos e indicaciones terapéuticas, así como para la elaboración y reforma de guías de actuación clínica; igualmente, pretende optimizar a través de una crítica rigurosa y sistemática las prácticas editoriales (especializadas y generalistas), la transparencia de la financiación de los estudios y de los intereses de sus autores, y la idoneidad de los métodos estadísticos empleados en cada caso. La reproducibilidad experimental (empírica) es, como se indicó anteriormente, la cualidad de que un experimento produzca los mismos resultados – o muy similares, dentro de un estrecho margen de confianza – cuando se repite en las condiciones y con los métodos descritos para dicho experimento. Es un concepto claramente relacionado con los de repetibilidad y testabilidad. Por repetibilidad entendemos la propiedad de obtener resultados consistentes al replicar – repetir – un experimento científico pero utilizando un conjunto distinto de datos a los empleados en el estudio original, pero coherentes con estos, siguiendo la misma metodología experimental. La experimentalidad de un estudio científico debe implicar necesariamente que la hipótesis pueda ser refutable o falsable, utilizando la terminología de Popper (2), ya que si no puede probarse que una hipótesis puede ser falsa, tampoco podría probarse que es cierta en términos científicos. La falsabilidad significa que los contraejemplos – datos experimentales contrarios a la hipótesis estada – son lógicamente posibles y su viabilidad práctica de ser observados es real. Pese a que dichos conceptos son claros, en muchas ocasiones las publicaciones científicas refieren protocolos, métodos, procesos de cálculo y conjuntos de datos que son opacos , lo que impide reproducir hallazgos aparentemente relevantes. Así ocurre en dos de cada tres artículos destacados de psicología, uno de cada tres de economía experimental y más del 75 % de los que identifican dianas terapéuticas contra el cáncer (3). La reproducibilidad de un estudio es, repetimos, una pieza fundamental del método científico y sin ella, se corre el riesgo de enfrentarnos a una hipertrofiada bibliografía repleta de información falsa o, al menos, de cuestionable fiabilidad, que nunca se llega a corregir o depurar. Por eso, es tan importante investigar la propia investigación científica, a través de la metaciencia, para diseñar o corregir los métodos que permiten realizar, evaluar, revisar y difundir correctamente la ciencia. Es fácil comprobar que en los artículos originales publicados en revistas científicas, el apartado destinado a describir la metodología empleada en el experimento cada vez tiene un papel menos relevante, reduciéndose en muchos casos a la mínima expresión y empleando una terminología imprecisa; además es común el recurso a métodos y herramientas de investigación no validados previamente de forma empírica o se emplean procedimientos inapropiados de inferencia estadística; en este sentido, las pruebas de significación de hipótesis nula con informes de valores p están integradas en millones de artículos, a pesar de ser un método inferencial deficiente para la mayoría de estos estudios (4). 3. ¿UNA METODOLOGÍA CIENTÍFICAAPROPIADA? John Ioannidis estableció (5) hace algunos años un conjunto de seis corolarios en torno al diseño de estudios biosanitarios que, a la vista del desarrollo que está teniendo este ámbito de la investigación científica, adquieren un valor renovado y ayudan a alertar sobre la superinflación de estudios irrelevantes o incluso abiertamente falsos a que se está sometiendo la

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